La mujer del presidente de la Confederación de Autónomos y Profesionales de España, según las declaraciones efectuadas por dos empleadas de la entidad, fue contratada por una de las empresas del otro cabecilla de la trama, Gerardo Crespo, para impartir cursos a distancia de manipuladora de alimentos. La esposa de Calviño cobró 2.000 euros por un curso a distancia de 14 horas. Un profesor hubiese cobrado 200 euros.