Los planes elaborados por el anterior Gobierno local para la peatonalización de la Marina preveían ya una importante reducción del tráfico en los Cantones ante la prohibición de circular más allá de la Autoridad Portuaria, pero la contemplación de ese espacio desde el pasado viernes sorprende incluso a quienes ya esperaban una caída del tráfico en esta céntrica zona.

Y es que entre la plaza de Mina y el edificio de Correos el paso de vehículos es ahora mínimo, ya que salvo los despistados que siguen llegando hasta el control policial donde se les indica que deben dar media vuelta, tan solo utilizan los Cantones aquellos que se dirigen al aparcamiento subterráneo o los que pretenden girar en el Obelisco hacia Rúa Nueva para dirigirse a San Andrés o el paseo marítimo.

Durante la mañana de ayer aún fueron demasiados los automovilistas que intentaron pasar de la Autoridad Portuaria, la mayoría de los cuales se dirigían al hospital Abente y Lago, donde existen numerosas consultas médicas a las que acuden ciudadanos de toda el área sanitaria coruñesa, por lo que es posible que muchos de los desconocedores de la peatonalización sean vecinos de otras localidades.

Pero en muchos momentos de la jornada el aspecto de los Cantones fue el mismo que el de la Marina, con una ausencia casi total de tráfico y un silencio que extraña a los transeúntes, acostumbrados al rumor, cuando no el estruendo, generado por la circulación. Otro de los detalles que llaman la atención es que el semáforo situado en el inicio de la avenida de La Marina ha perdido prácticamente la función para la que fue instalado, ya que la escasez de tráfico haría posible su sustitución por un paso de peatones. Este hecho es aún más relevante si se tiene en cuenta que se trata precisamente del lugar en el que se colocó por primera vez un semáforo en la ciudad en los años sesenta, ya que en aquella época el tránsito de personas entre ambos lados de los Cantones era continuo y los coches comenzaban a suponer un problema para los coruñeses.

La notable disminución de la circulación debe hacer reflexionar a los responsables políticos y técnicos sobre el futuro de esta avenida, que en la actualidad cuenta con 6 carriles, un espacio desproporcionado para el volumen de vehículos que transitan ahora por la avenida. La utilización de los Cantones como una de las principales zonas para el paseo daría en principio pie a la ampliación de las aceras en ambos lados de la vía, pero será preciso analizar las ventajas e inconvenientes que supondría la aplicación de esa medida.