Uno de cada tres vecinos de la ciudad soporta en A Coruña ruidos nocturnos que superan los máximos establecidos, según el Plan de Acción en Materia de Ruido elaborado por el Concello, que prevé medidas para rebajar la contaminación acústica de la ciudad en cinco años (2017-2022). El documento analiza, además de las afecciones generales, causadas sobre todo por el tráfico, la situación de cada uno de los diez distritos censales para después planificar medidas adecuadas a cada uno. Las zonas con mayor población afectada por niveles desaconsejables (mayores de 55 decibelios) son el Ensanche, el macrodistrito Os Castros-Castrillón-Elviña y Os Mallos. Las zonas más salvaguardadas son Atochas-Monte Alto y la zona rururbana de A Zapateira-Mesoiro-Feáns.

Las medidas no pretenden, explican los redactores del documento, ser "exhaustivas", al precisar de un "desarrollo posterior". Han de ser "revisadas continuamente" para determinar su eficacia y ver si se necesita decisiones "más drásticas". También se incorporaron medidas ya en vigor que "podrían ser efectivas desde el punto de vista de la contaminación acústica".

EDistrito 1 (46% de población expuesta a niveles superiores a lo recomendado) . El plan identifica como principal fuente de ruido diario en Ciudad Vieja y Pescadería el procedente del tráfico, con vehículos desplazados por ocio, para realizar gestiones administrativas o por la entrada y salida de sus vecinos. En segundo lugar, el ocio nocturno . El documento enumera las ocho localizaciones "más expuestas al ruido". Afectados por ocio y tráfico nocturno señala el paseo, Sol, Panaderas, plaza de Ourense-Cantones-Marina y Socorro-Hospital y entorno. Afectada solo por el ocio se identifica avenida de Montoto-Parrote-Dársena y solo por el tráfico, San Andrés y Juana de Vega. Se proponen acciones para reducir el número de coches en Panaderas, San Andrés, Juana de Vega y Barrié de la Maza, avenida en la que, advierten, se suele circular a una velocidad mayor que los 50 km/h permitidos. Por ello, proponen reforzar la señalización. Apuestan por la jerarquización de vías. En la Ciudad Vieja, catalogada como zona tranquila con tráfico restringido, prevén reducir el ruido de la recogida de residuos y, al igual que en el paseo marítimo, velar por que las celebraciones que les afectan a lo largo del año cumplan la normativa. Apuestan por "extremar" la vigilancia en la actividad hostelera.

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EDistrito 2 (38%). El distrito de Atochas-Monte Alto-Adormideras es el tercer distrito con menor población expuesta a niveles acústicos superiores a lo recomendable y el primero de los completamente urbanos. El foco principal es el tráfico, normalmente vehículos de residentes, al ser la zona más alejada de las arterias de acceso a la ciudad. Las calles más expuestas son Orillamar y paseo, "reduciéndose notablemente en calles interiores". A los vehículos se suma el ocio nocturno en Panaderas y Orillamar. Apuestan por medidas para reducir el número de vehículos, un control mayor en el paseo para que no se superen los 50 km/h, estudiar si es conveniente reducir la velocidad en el interior de Atochas y del barrio de Monte Alto jerarquizando las calles por su tránsito y su localización y velar por el cumplimiento de la normativa hostelera en Orillamar y Panaderas.

EDistrito 3 (77%). Tres de cada cuatro vecinos del Primer Ensanche y Cuatro Caminos, están afectados por elevados niveles de ruido, lógico, al tener en cuenta de que, a pesar de ser pleno centro, está rodeado de importantes vías de entrada a la ciudad con alta capacidad, que se adentran hasta casi el corazón urbano sin calmar su tráfico: el Ejército, Juan Flórez, Lavedra y la avenida de Oza. Está afectada también por el tráfico portuario, con previsión. El plan destaca que sobreviven algunos puntos de ocio nocturno y el nuevo foco de actividad de Tabacos.

Los redactores subrayan la transformación de los muelles como una de las principales ayudas para reducir el ruido. Sobre el tráfico, prevén la implantación de un carril bus en Juan Flórez (está previsto por el plan de movilidad de Salvador Rueda). El documento recuerda que el tramo de Alfonso Molina desde el viaducto entre estaciones hasta el desvío a Juan Flórez es de 50 km/h, por lo que requiere reforzar la señalización u otro tipo de medidas, aquí y en otras vías en las que los coches excedan el límite. Otra medida sería la mejora de la información sobre la circulación, las plazas de aparcamiento y los buses en Alfonso Molina. También una aplicación móvil de "aparcamiento inteligente", un proyecto piloto financiado con fondos Smart City que no se llegó a poner en marcha. Sugieren pavimento fonoabsorbente en Lavedra. Apuestan por ayudas para aislar fachadas, con prioridad para las vías más afectadas.

EDistrito 4 (63%). La poblada zona que abarca Cuatro Caminos y Sagrada Familia está atravesada por las principales arterias de la ciudad. También por la estación de San Cristóbal, que no afecta en horario nocturno. Las localizaciones más expuestas al ruido son por las que pasan la avenida de Finisterre, la ronda de Nelle, ronda de Outeiro, avenida de Arteixo y Lavedra. ¿Qué medidas aplicar? El tramo de la avenida de Finisterre entre ronda de Nelle y ronda de Outeiro tiene dos carriles y zona de aparcamiento en ambas direcciones, las aceras son estrechas y los vehículos suelen sobrepasar la velocidad de 50 km/h. A los redactores del plan les parece "una buena candidata" para implantar "medidas de humanización análogas a las aplicadas en las calles Orillamar y San Andrés". Proponen intensificar el control de la velocidad en la ronda de Outeiro y jerarquizar las vías a nivel circulatorio. Alerta de que el pavimento en las grandes vías "está en muy mal estado" por lo que se recomienda renovar (esta semana el Gobierno ha aprobado una inversión de un millón para ronda de Outeiro).

EDistrito 5 (48%). Abarca desde Riazor a Os Rosales y Visma. En la Ciudad Escolar hay numerosos edificios considerados "sensibles" por el documento. El plan de ruidos instan a "definir medidas de actuación que promuevan una reducción del tráfico" y jerarquizar vías más ruidosas. Los redactores destacan como una de las localización más expuesta el entorno de Maderas Peteiro, una fábrica cuyo traslado está incluido en el plan general pero no acaba de concretarse. Su marcha es una vieja reivindicación vecinal. El documento señala que, tras la mudanza, se debe poner "especial atención" en cómo se urbanice la zona (hay prevista construcción del edificio). El plan cree que hay que rebajar el ruido de la recogida de basura en Ciudad Jardín y en las operaciones descarga en el entorno de los hospitales.

EDistrito 6 (72%). Es el barrio de Agra do Orzán, que representa el 12% de la población coruñesa. "Desarrollado velozmente entre los años 60 y 70 sin ningún tipo de planificación, presenta calles estrechas y escasez de zonas verdes", describe. Además del control de velocidad que los conductores suelen ignorar en las rondas y avenida de Finisterre, el plan de ruido considera clave "vigilar especialmente" la doble fila de ronda de Outeiro, que "obstaculiza el tráfico y aumenta el ruido con frenadas, arranques y bocinas". Renovar el pavimento en las rondas y Villa de Negreira son otras de las medidas.

"Por su densidad", los redactores consideran el lugar y el vecino Ventorrillo candidatos "idóneos" para realizar una actuación de "supermanzanas", la jerarquización de calles del plan Rueda.

EDistrito 7 (62%). Es el distrito que abarca más barrios, con diferentes problemáticas: Os Castros y A Gaiteira, O Castrillón, Elviña, Monelos, Barrio de las Flores, Matogrande, San Cristóbal das Viñas, Someso y parte de O Martinete. En cuanto a las zonas de actuación prioritaria según los índices de afección, consideran importante la humanización de Alfonso Molina. También velar por que las construcciones nuevas del ofimático se construyan conforme a las normas de edificación en materia de ruidos y controlar la velocidad y la doble fila en el eje Ejército-A Pasaxe y Alfonso Molina. Dada la proliferación de locales hosteleros y terrazas en Matogrande, aconseja evaluar la declaración de Zona Acústicamente Saturada. Para la reducción del tráfico en la zona, atravesada por las vías de entrada y salida a la ciudad, valoran la futura puesta en funcionamiento del plan para la entrada de buses metropolitanos al centro para reducir el coche privado.

EDistrito 8 (48%). Solo un 48% de la población del distrito está expuesta a niveles de ruidos no adecuados. Y es que la zona abarca varios barrios rururbanos como As Xubias-A Pasaxe, Santa Gemma, Palavea, Eirís, Casablanca, Curramontes, Lamadosa, avenida de Montserrat, A Regueira y Pedralonga. Las grandes arterias que la atraviesan son la AC-11 (Lavedra) y AC-12 (Alfonso Molina), además de las avenidas de Pedralonga-Montserrat-Monelos. Subraya el aparcamiento irregular de vehículos en el entorno de los hospitales y del colegio Santa María del Mar. Propone la instalación de pantallas acústicas que reduzcan los niveles sonoros para el colegio y los tres hospitales, aunque reconoce que al estar situados en diferente nivel a A Pasaxe contribuye al apantallamiento del ruido.

EDistrito 9 (10%). Es el más tranquilo para vivir, solo un 10% de la población está expuesta a niveles de ruido no deseables. Están los núcleos de Elviña, A Zapateira, Mesoiro y Novo Mesoiro, As Rañas, Feáns y Vío. Solo la actividad del campus de Elviña y de Pocomaco aumentan el tráfico. Como única localización afectada, el tramo de Lavedra, con viviendas unifamiliares al lado de la vía. Ve necesario potenciar los itinerarios ciclistas y peatonales, a largo plazo, en A Zapateira, Elviña y Pocomaco.

EDistrito 10 (36%). Abarca núcleos tradicionales, por otro O Ventorrillo, y por otro las industrias más importantes de la ciudad. Además del barrio incluye A Grela, A Silva, A Moura, Cances, Fontenova, Bens, Comeanda, Penamoa, Nostián y San José. Son el núcleo de Bens y las casas más próximas a Repsol las zonas que sufren niveles acústicos más altos. Apuestan por el calmado de tráfico y por que las futuras urbanizaciones previstas cumplan las condiciones técnicas requeridas. Instan a las autoridades competentes solicitar a Repsol que elabore su propio mapa de ruidos para que evalúe el grado de afección en su entorno y que adopte medidas correctoras en función de dicho mapa.