Tres meses de cárcel, que no cumplirá con la condición de que no vuelva a delinquir en los próximos dos años y el pago de una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados. Esa es la pena que ha aceptado ante el juez de Penal 3 un acusado de acosar sexualmente a su compañera de trabajo. El sospechoso se declaró culpable y, por tanto, admitió ante el magistrado que entre 2012 y 2015 le realizó tocamientos a la víctima en diversas ocasiones, todas ellas dentro de las jornadas laborales.

El imputado se desplazaba a obras con la víctima, quien conducía la furgoneta de la empresa de muebles en la que trabajaban, y aprovechaba esa circunstancia para tocarle las piernas y las ingles. La mujer le pedía que parase, pero no lo hacía, por lo que en más de una ocasión se vio obligada a detener el vehículo para evitar que persistiese en su comportamiento.

El condenado, quien se mostró conforme con el relato de hechos realizado por la Fiscalía, admitió que en 2012, cuando ambos colocaban una cocina, se acercó a su compañera, se restregó contra ella y la agarró, si bien consiguió quitárselo de encima.

En esas fechas, le dio un beso en la boca cuando subían juntos en un ascensor y, entre los años 2014 y 2015, cuando trabajaban en una obra, le realizaba "insinuaciones", proponiéndole que subiera "a la planta alta" de una vivienda. La mujer se negaba, a lo que le respondía: "Eres mala". En otra ocasión, cuando la denunciante estaba subida a una escalera, le tocó una pierna.

"El acusado ha venido realizando numerosos comportamientos de índole sexual hacia la víctima, bien de manera directa, bien demandándolos de ésta, encaminados a dar satisfacción a sus deseos libidinosos", describe el juez en la sentencia, en la que subraya que la mujer veía "coartada su libertad y menoscabada su dignidad personal, ocasionándole un permanente desasosiego y malestar durante su jornada laboral".

El representante del Ministerio público demandaba en su informe sobre los hechos que el sospechoso fuese sentenciado a tres meses de prisión y al abono de una indemnización de 6.000 euros a la afectada. El acusado, antes de juicio, se mostró conforme con la solicitud de la Fiscalía, por lo que se declaró culpable, el juicio no se celebró y el magistrado dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso porque fue dictada bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el procedimiento judicial.