Entre los objetos de los que se incautó la Policía Nacional en la macrooperación antidroga que llenó Orillamar de grilleras y perros e hizo sonar el helicóptero, la madrugada del 20 al 21 de junio, había un equipo de comunicaciones portátil de la Policía Local de A Coruña, un dispositivo que, según fuentes cercanas a la investigación, estaba en funcionamiento en una de las viviendas registradas por los agentes del 091. La redada, en la que participaron un centenar de agentes, acabó con 23 detenidos, de los que, al menos cinco, salieron en libertad sin necesidad de pasar por el juzgado.

A pesar de que la Policía Local puede desactivar estos sistemas digitales de comunicaciones en caso de que sean extraviados o robados, fuentes cercanas a la investigación aseguran que estaba en funcionamiento, por lo que los presuntos delincuentes podrían haber escuchado las conversaciones mantenidas por los agentes de la Policía Local, desde que la máquina estaba en su poder.

Las mismas fuentes indican también que, en esta redada -que se produjo la madrugada del 20 al 21 de junio- no fueron detenidos todos los objetivos que la policía había investigado, de modo que, la operación siguió su curso y, hace tan solo unos días, el último de los sospechosos fue interceptado en Ferrol, cuando subía desde Vilagarcía con un kilo de cocaína.

Durante la redada, los agentes se incautaron, además de este aparato de comunicaciones que pertenece a la Policía Local de la ciudad, de heroína, cocaína, hachís, marihuana, escopetas, pistolas, documentación y dinero en efectivo. Preguntada ayer por este diario, la Delegación del Gobierno adelantó que, "en principio", no hará ninguna comparecencia pública para mostrar los objetos incautados en la operación y para ofrecer datos exactos de las cantidades aprehendidas.

La investigación que originó este dispositivo policial sin precedentes en la ciudad se inició a raíz de las denuncias presentadas por los residentes en la zona por el incremento del tráfico de drogas en el barrio.

Los agentes del 091 comenzaron a seguir la pista a los sospechosos meses atrás y, la noche del miércoles 20 al jueves 21, bajo el mandato de la titular del Juzgado número 6 de A Coruña, irrumpieron con mazas y martillos para derribar las puertas de sus viviendas y los sorprendieron cuando dormían.

En total, fueron 23 los detenidos ese jornada, aunque el parte policial se incrementó con uno más días después y, de las 44 viviendas de la zona, hasta una quincena fue sometida a la investigación policial. En la redada, los agentes se incautaron de armas, drogas y dinero en efectivo, una suma "importante" procedente, según la investigación, "del menudeo de la droga".

El caso está bajo secreto de sumario y, tras las detenciones, la mayoría de los arrestados se negó a testificar ante la Policía Nacional y también en el Juzgado de Instrucción número 2, que era el que ejercía las funciones de guardia cuando se produjo la macrooperación. Cinco de los arrestados no tuvieron que ir al Juzgado, ya que fueron liberados tras pasar por la comisaría de Lonzas.