Enaire, que es la empresa del Grupo Fomento que gestiona la navegación aérea en España, publicará el próximo jueves, 30 de agosto, una carta topográfica renovada de Alvedro para complementar la bajada de los puntos en los que los pilotos deciden si desvían su vuelo o toman tierra en A Coruña. Este documento, según explican desde Enaire, permitirá a las compañías "determinar de forma más precisa la altura" del punto de decisión. Es decir, saber dónde están los mínimos sobre el mapa y cuáles son los obstáculos que se encuentran en su camino a pista.

En menos de un año, Enaire ha bajado en dos ocasiones los límites en los que los pilotos toman la decisión de seguir con la maniobra de aterrizaje en la cabecera principal del aeropuerto, la 21, la que está más cerca de la ría. Esta medida se tomó para evitar desvíos ya que, hasta el 16 de agosto, que fue cuando entró en vigor la última modificación, el radioaltímetro, que es el aparato que mide la distancia que separa el avión de la tierra, daba lecturas erróneas cuando el sistema antiniebla ILS funcionaba en categoría II, que se utiliza cuando la visibilidad es casi nula. Esto significa que el sistema avisaba a los pilotos de que estaban en el punto en el que debían decidir si seguían o no con la maniobra de aterrizaje a la altura de Montrove, cuando, en realidad, tendría que hacerlo en una zona cercana a la AP 9.

"Como consecuencia de todas las medidas adoptadas en la cabecera 21 se espera poder favorecer gradualmente la reducción de los posibles desvíos en el aeropuerto de A Coruña si bien, lógicamente, habrá vuelos que se sigan desviando ante condiciones excepcionales de meteorología adversa", explican fuentes de Enaire, ya que siempre han defendido que es imposible eliminar por completo los desvíos, aunque sí pueden reducirse.

Enaire explica que no es que los límites se hayan reducido mucho, son apenas diez pies -tres metros- para cuando el ILS funciona en la categoría I -en caso de baja visibilidad- y de 33 pies, que son unos diez metros, cuando funciona en la categoría II. Esta rebaja del límite se suma a la que Enaire aplicó en octubre de 2017, que era de 35 metros cuando el ILS funciona en la categoría I, y de seis metros, aproximadamente, cuando lo hace en categoría II, en caso de casi nula visibilidad. "El valor de esta reducción no es en sí la cantidad, sino que resulta determinante en muchos vuelos para que el radioaltímetro de a bordo realice una lectura correcta en la ubicación exacta del punto de decisión del piloto", comentan desde Enaire, que señalan a la "orografía en la zona de la aproximación final" como la causante de que la lectura del radioaltímetro no fuese correcta, "penalizando en ocasiones la probabilidad de éxito de la aproximación".

Para la cabecera más cercana a la ría, la 21, Enaire está trabajando en este ajuste de los límites de decisión, ya que esta parte de la pista cuenta con sistema antiniebla. Para la cabecera 03, la más cercana al monte Xalo, la situación es diferente. Y es que, actualmente, esta parte de la pista no cuenta con ningún instrumento que ayude a los pilotos a realizar la maniobra de acercamiento a tierra.

Enaire ha optado por promover el uso de la navegación por satélite en esta cabecera para reducir el número de desvíos y prevé que este nuevo sistema esté operativo el próximo verano, una vez que cumpla con todos los requisitos de seguridad requeridos para su puesta en funcionamiento.