El juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de A Coruña ha estimado la demanda interpuesta por la Subdelegación del Gobierno contra el Ayuntamiento y obliga al Concello a retirar la bandera republicana que se encuentra colgada del balcón de la Casa Casares Quiroga. El magistrado concluye que la exhibición de la tricolor "infringe el ordenamiento jurídico" y se encuentra en un edificio de titularidad municipal, que debe ser "neutral". Entiende, además, que el Ayuntamiento está obligado a "actuar con objetividad e imparcialidad" en estos inmuebles. La sentencia, contra la que cabe recurso, impone las costas procesales al Concello con un límite de 700 euros.

El Concello colocó la bandera republicana en la casa museo situada en el número 12 de la calle Panaderas el 14 de abril del año pasado. Cuatro días después, la Delegación del Gobierno en Galicia, entonces en manos del Partido Popular, pidió que se retirase. El Ejecutivo local defendió que se trataba de un "homenaje" y que, al contrario de lo que sostenía la subdelegación, no estaba incumpliendo la Ley 39/1981, que establece que la actual bandera de España es la que debe ondear y ser exhibida en las "sedes de los órganos constitucionales del Estado y en la de los órganos centrales de la Administración del Estado".

Fue entonces cuando el Gobierno central llevó el asunto al juzgado de lo Contencioso-administrativo, que ahora obliga al Concello a retirar la bandera. El argumento era que la actuación del Ejecutivo local vulneraba la Ley de Símbolos, mientras que para el alcalde, Xulio Ferreiro, se trataba "un homenaje" a la familia Casares y, especialmente, a Santiago Casares Quiroga, presidente del Gobierno de la Segunda República.

En su sentencia, el magistrado apunta que el Concello manifestó, a través de su cuenta oficial de Twitter, que la colocación de la tricolor es "un homenaje a los hombres y mujeres que hicieron posible la Segunda República". Entiende que esta afirmación quiebra "la imparcialidad" del Gobierno local y confirma que "no se quiere ensalzar la figura del señor Casares en singular sino a todos los hombres y mujeres" de aquel acontecimiento histórico.

El Concello también defendió en su día que la bandera republicana se encontraba en el balcón del edificio, y no en un mástil sustituyendo al actual pendón español. El magistrado falla que "independientemente" de donde se encuentre la bandera, se trata de un edificio público cuya "proyección hacia el exterior debe ser neutral".

En julio de 2017, el Gobierno central, entonces con Mariano Rajoy como presidente, expuso que la exhibición de banderas, siempre y cuanto no estuviera relacionada con conductas violentas, "no resulta punible". Lo explicó en una respuesta a Compromís en la que aclaró que mostrar cualquier enseña "no es ilegal ni inconstitucional".