Picasso, Miró, Ángela de la Cruz, Lugrís, Kandinsky y Bourgois tienen su espacio en la nueva exposición de la Fundación María José Jove. La entidad aborda a través de esta muestra, formada por 115 obras, el concepto de límite, la crisis migratoria, el exilio y los conflictos. La presidenta de la Fundación, Felipa Jove, detalla que el objetivo es "ver el arte no solo desde un punto de vista estético sino también didáctico".

Cuando uno entra en esta sala de exposiciones ubicada en la calle Galileo Galilei, en A Grela, entiende que a su alrededor hay historias que van desde el siglo XIX hasta la actualidad. Llama la atención el Cuadro Muerto de Mateo Mate, apoyado entre la pared y el suelo como si se hubiese doblado por un mal golpe. O dos pequeñas arañas de Bourgeois, que parecen las hijas pequeñas de Mamá, escultura que da la bienvenida al museo Guggenheim de Bilbao. Todo ello forma parte de la Colección de Arte Fundación María José Jove, una de las colecciones privadas más importante de España, que cuenta con 612 piezas de 282 autores.

Las obras, según la directora de la colección, Susana González, "proponen reflexionar sobre aspectos vinculados al territorio como espacio en el que se construye la identidad cultural". Anselm Kieferes hace una referencia a ciertos hechos históricos, culturales y geográficos que se solapan entre sí, a la vez que se entremezclan entre inspiraciones literarias y poéticas. Aborda temas como el pasado nazi de Alemania y en esta exposición se encuentra Am Grunde der Moldau, un buque de la Segunda Guerra Mundial junto a enormes piedras que vagan por un fondo sin fronteras así como la densidad y agitación de un mar azul oscuro. "Con esta guerra, muchos abandonan París para instalarse en Nueva York, donde se producen muchos intercambios artísticos. Algunos gallegos, sin embargo, viajan a Latinoamérica", relata Susana González.

A través de estos cambios en el mundo artístico, la muestra pretende profundizar en el concepto de exilio. "Voluntario o obligatorio", apunta la directora de la colección. Uno de los motivos por los que la exposición, además de estar abierta al público general, está orientada a colectivos inmersos en la problemática de la migración y de los refugiados. "Hay que reflexionar sobre ello a través de las obras para el progreso personal", señala Susana González.

En esta sala se pueden encontrar también obras de diversos artistas latinoaméricanos y portugueses así como jóvenes talentos que pueden mostrar sus obras gracias al Premio Arte Joven, cuya convocatoria se volverá a abrir en enero.

Para conocer en detalle esta exposición permanente, la Fundación María José Jove ha desarrollado una programación didáctica para adultos, estudiantes, personas con diversidad funcional y colectivos en riesgo de exclusión. El programa Sinergias propone que jóvenes de ESO y Bachillerato trabajen con personas con dificultades mientras que el taller Encuentros fomenta el desarrollo cognitivo y emocional a través de la expresión plástica. Los participantes, mayores de 16 años con diversidad funcional o en riesgo de exclusión, organizan exposiciones, fabrican objetos o llevan a cabo representaciones musicales y teatrales.

Con esta oferta, la Fundación busca "hacer cada vez talleres más completos y diferentes ya que a través del arte se pueden conseguir muchas cosas". Hay también un total de siete visitas especiales para alumnos de Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y Educación Especial. Hay actividades que abarcar un estilo o temática concreta y otras que se centran en una obra y autor de la colección. A raíz de esta nueva exposición, la modalidad Fronteras trata de sensibilizar sobre la crisis de los refugiados. Además, familias, asociaciones o instituciones pueden descubrir estas 115 obras.