La celebración del patrón de Irlanda desencadenó este fin de semana un conflicto que dejó en evidencia las diferencias de criterio entre el Gobierno local de Sada y la Policía Local. El detonante fue la suspensión de unos conciertos organizados por el local Family Tea Room de la Sociedad Recreativa, Cultural y Deportiva de Sada que habían sido anunciados por el Concello en su página web y que, según los agentes, carecían del preceptivo permiso. El alcalde, Benito Portela, negó ayer este extremo y defendió que se trataba de una actuación de carácter "esporádico" que podía haberse celebrado conforme a la nueva ley de espectáculos.

Según ha podido saber este diario, los conciertos de Los Mecánicos y Mathhew Ward en el Family Tea Room de la Sociedad fueron suspendidos por la propia organización tras advertir la policía de que carecían de permiso por escrito. La noticia suscitó revuelo, sobre todo a raíz de que uno de los grupos atribuyese en las redes la suspensión a una denuncia interpuesta por un hostelero contra los conciertos programados en la Sociedad y otros que se organizaban en el exterior con motivo de San Patricio. El titular del bar que supuestamente había presentado esta denuncia negó ayer este extremo. "Es totalmente falso, yo nunca he denunciado a nadie, no quiero líos", afirmó al ser consultado este medio.

El malentendido parece tener su origen en unas alegaciones que este hostelero habría presentado hace unos meses contra la negativa del Concello a permitirle actuaciones en directo. En su escrito, el dueño del bar cuestionaba el dictamen y argumentaba que otros establecimientos en situación similar ofrecían música en vivo. Esa alegación fue mencionada por la policía en un escrito que presentó el pasado jueves por registro para requerir información al Ejecutivo sobre los conciertos que estaban previstos en la Sociedad y en el entorno de La Terraza de Sada con motivo del San Patricio.

Desde el cuerpo sostienen que se limitan a cumplir la normativa y cuestionan la legalidad de las actuaciones que se celebraron el sábado bajo carpa en el festival denominado Rockin Day, en el que colaboraba el Concello de Sada. Los conciertos se celebraron en las inmediaciones de La Terraza y los agentes expresaron a la organización sus dudas de que cumpliesen las condiciones que establece la ley de espectáculos y que contasen con el permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio.

El alcalde defiende la legalidad del festival y apela a una resolución de Patrimonio del pasado año que dejaba en manos del Concello la autorización de este tito de eventos de carácter esporádico. Este último conflicto deja en evidencia las discrepancias entre Policía y Gobierno local, que ya arrastran también más de un desencuentro por motivos laborales.