Una exposición del Forum Metropolitano recorre la memoria de A Gaiteira, Os Castros y As Xubias a través de su arquitectura, con fotografías y, sobre todo, con planos. La de una zona marinera y agrícola, la del modernismo superviviente, la del desarrollismo de los años sesenta y setenta. José Carlos Alonso estrena la segunda parte de la muestra Flujos, que en su primera edición reunió fotografías antiguas de la la zona y sus vecinos, que pasaron a verla por miles al centro sociocultural del parque Europa.

La colección, que podrá visitarse hasta el día 16, reúne planos de 82 edificios de diferente naturaleza, incluso de algunos que no se llegaron a construir. Chalés, pequeñas casas, edificios de pisos, comerciales... todos reunidos por Alonso, principalmente a través del Archivo Municipal, el Arquivo do Reino de Galicia y colecciones particulares como las de los Fernández-Albalat y los Losada, dos de los apellidos ligados a la historia de la arquitectura de la ciudad.

Los planos del edificio Citröen de Fernández-Albalat, de la casa modernista que hoy luce ruinosa en la avenida de Oza, un imponente proyecto de iglesia para los Carmelitas nunca construido... Figura también, por ejemplo, el plano del chalé de Long, ubicado en lo que hoy es la plaza de A Gaiteira, en la avenida de Oza. Eran los Long una familia protestante de origen anglosajón con un gran número de tierras que se dedicaban a avituallar de carne y otros alimentos a los barcos fondeados en aguas coruñesas. Su miembro más famoso es Juanito Long, uno de los pioneros del fútbol y del deporte en A Coruña.

Alonso explica que la muestra está ordenada por tipologías de edificaciones, tipologías que a principios de siglo también obedecían a cierta "estratificación social", con los chalés más imponentes en la avenida de Oza, que tenía tranvía y abastecimiento. Algunas incluso eran segundas viviendas de descanso o veraneo de familias del centro de la ciudad. Los servicios como la traída desaparecían hacia el interior, hacia O Castrillón donde se disponían las construcciones más humildes o rurales.

"El boom de la nacional" cambió el barrio y sus casas. Comenzaron a levantarse a los dos lados de la avenida de Oza inmuebles de bajo y dos o tres pisos en una "calle arbolada". Las construcciones crecen en los cincuenta, aún sin ascensor. A partir de los sesenta, para acoger el aumento de población comienzan a construirse los grandes "mamotretos" con elevador. Alonso hace también, en la exposición, un homenaje a su familia y a su casa, la primera alta, de cinco pisos, que hubo en lo que hoy es la plaza de la Concordia, frente al lugar donde hubo un proyecto para construir una gran cruz en recuerdo a los caídos del bando nacional que no fraguó.