La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reveló que los políticos en sí mismos son la segunda preocupación de los españoles. Y es que la clase política y su falta de entendimiento a todos los niveles territoriales suele suscitar las más virales y crueles críticas en redes sociales y barras de bar. Los sueldos que cobran, cuyos máximos están regulados por ley, son una de las temáticas que más enciende el debate. Y, con las corporaciones locales en pleno proceso de composición en todo el Estado, no hay salario que no se mire y se cuestione. En A Coruña, tras la imponente bajada de sueldos del Gobierno local de Marea Atlántica, los salarios vuelven ahora a estándares más clásicos. La alcaldesa, Inés Rey, será la que más cobrará de los últimos cuatro mandatos, teniendo en cuenta que el exregidor Javier Losada percibía una cuantía mayor, pero no de la administración municipal, sino de su cargo como senador.

El socialista, que gobernó en coalición con el BNG, tuvo un sueldo entre 2007 y 2011 de 70.859,88 euros brutos anuales del Senado y también llegaban salarios de otros organismos para otros concejales: los socialistas Carmen Marón y Salvador Fernández Moreda, del Congreso y Diputación, y el popular Carlos Negreira, que era diputado autonómico, además de portavoz municipal del PP. Los que sí tenían remuneración municipal también marcaban hitos históricos hasta 2019, con los 68.686,53 del teniente de alcalde Henrique Tello o los alrededor de 69.000 euros de los concejales del PSOE Florencio Cardador y Carlos González Garcés.

El sueldo del siguiente alcalde, Carlos Negreira, causó también revuelo aunque fue, de alguna manera, acallado. El pleno municipal de organización, tras las elecciones de 2011, aprobó una propuesta que rebasaba los 70.000 euros, pero después los populares alegaron que era el límite salarial y se redujo a los 65.220 euros. Los tenientes de Alcaldía de su Ejecutivo municipal de mayoría absoluta percibieron en el mandato 60.000 euros al año y los concejales delegados, 55.000 euros. A la oposición, empequeñecida ante los resultados del PP, solo se les fueron asignadas dedicaciones parciales que llegaban a cerca de 22.000 euros.

Y llegó Marea Atlántica y el debate se dio la vuelta por completo. En vez de la queja de excesivos salarios, la polémica fue la decisión de bajar de manera drástica los sueldos, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, incluso, del regidor, Xulio Ferreiro. Fueron 40.000 euros los que se fijó como salario el máximo dirigente de Concello y 35.000, el de los concejales del Gobierno local. Los ediles de la oposición de PP, BNG y PSOE con seis horas de dedicación diaria percibieron durante el mandato pasado 27.000 euros brutos anuales.

La situación en 2019 vuelve a puntos del pasado con el salario de la regidora rozando los 70.000 euros y con concejales, tanto del Ejecutivo municipal como de los grupos de la oposición, con horario laboral completo con retribuciones de casi 60.000 euros. Rey ya lo había advertido antes de hacer públicas las cifras: los sueldos en el Concello serían "oportunos y adecuados". Ante la minoría numérica, el PSOE decidió ofrecer igualdad en salarios entre los grupos aunque, por ahora, hay dudas de cómo votará cada uno en el pleno del lunes, en el que se aprobará la nómina de María Pita de los próximos cuatro años.