Dos mujeres y un hombre de nacionalidad holandesa han aceptado cinco y seis años de cárcel, respectivamente, por trasladar quince kilogramos de cocaína en un crucero que llegó a la ciudad el pasado noviembre. Fue en el momento del atraque, cuando el pasaje bajaba del barco, que la "actitud nerviosa" del hombre derivó en la detención de los tres y su ingreso en prisión desde entonces. La sección segunda de la Audiencia Provincial, tras llegar los acusados a un acuerdo con el Ministerio fiscal, los ha condenado a seis y cinco años de prisión y al abono de multas que suman casi un millón de euros por delito contra la salud pública en la modalidad de sustancias que causan grave daño. El fiscal pedía, de inicio, una codena de ocho años para los tres detenidos y multas de más de 2,5 millones.

El hombre, diagnosticado con un trastorno depresivo "recurrente e importante" asociado a un trastorno de personalidad y del desarrollo, ha sido penado con cinco años, uno menos que sus compañeras de delito, por la afección que tiene por sus enfermedades. La sentencia explica que es una persona "altamente manipulable y vulnerable". Por llevar en una mochila 5,3 kilos de droga de pureza del 72% y con un valor de mercado de 187.320 euros tendrá que, además de la pena de prisión, abonar una multa de 180.000 euros. Madre e hija, además de los seis años de internamiento, están obligadas a pagar 363.380 euros cada una. La primera transportaba 2,5 kilos de cocaína del 74% de pureza y otros 1,2 de casi el 77%, que podrían dar como beneficio 140.919 euros. A la segunda se le incautaron seis kilogramos de sustancias estupefacientes con una pureza del 72% y un coste en el mercado de más de 220.000 euros en total.

Los tres asumen los hechos que se les atribuyen y pasarán sus años de prisión en Holanda, de donde son todos originarios. El juez también ordenó la destrucción de toda la droga y el decomiso de las mochilas.

Los hechos se remontan al 15 de noviembre del año pasado, cuando la Policía Nacional dispuso un operativo de control del pasaje del buque MV Arcadia. El trasatlántico había salido de Inglaterra el 20 de octubre y regresaría el 18 de noviembre, realizando escalas en diferentes puertos del Caribe, Islas Azores y, finalmente, A Coruña. Fue en la ciudad donde, al pasar la zona de control de la terminal de cruceros, el hombre fue interceptado por su actitud "nerviosa" y, después, también registraron a las dos mujeres por esa misma reacción. Dentro de las mochilas que portaban, los policías encontraron varios bolsos que tenían paquetes en las costuras interiores con una sustancia blanca que, tras el análisis, se confirmó que era cocaína.

La sentencia demuestra probado que las dos mujeres, que son madre e hija, actuaron "de forma conjunta y mutuo acuerdo" para obtener un dinero de unas terceras personas que, según el fallo, no se han podido identificar. Las penadas recogieron las mochilas con la doga en un puerto del Caribe, explican los jueces, y en A Coruña debían sacarlas y entregarlas a una persona de la que tampoco se ha sabido su nombre. El hombre, añade la sentencia, actuó de la misma manera y con el mismo fin que las otras dos.

El fallo es firme y proviene de la negociación de los abogados con el fiscal por lo que no se llegó a celebrar el juicio oral marcado para el pasado 18 de julio. El juzgado de Instrucción número 4 fue el que llevó el caso desde la detención y prisión en noviembre del año pasado.