Director del colegio Curros Enríquez y presidente de los directores de centros públicos de la ciudad, Antonio Leonardo Pastor analiza una educación que, bajo su punto de vista, "goza de una buena salud". Reconoce que la integración en las aulas ya es una realidad y apuesta por una comunicación fluida con las administraciones para superar obstáculos de forma conjunta.

¿Cómo es la situación actual de los centros públicos de la ciudad?

Muchos de los centros ya tienen unos años y requieren un mantenimiento constante. Pero las necesidades cambian año a año. Por eso lo que pedimos a las administraciones es que se ajusten a las necesidades reales. En cuanto a las infraestructuras, para las obras dependemos de la Xunta, y del mantenimiento se encarga el Concello. Hay una buena comunicación con los colegios. También necesitamos una nueva actualización de los contratos, tanto de mantenimiento como de servicio de limpieza. Lo que queremos todos es mejorar nuestros centros porque partimos de la base de que la educación es un pilar de la sociedad.

¿En cuanto al profesorado?

Volvemos a lo mismo. Las necesidades van cambiando. Estamos recibiendo niños de otras nacionalidades, que incluso no hablan castellano, y a lo mejor un profesor se ve con 25 niños y uno habla chino y otro inglés. Atender todo eso al mismo tiempo es más complicado. Esto hace 30 años no pasaba, hoy sí.

¿Hay respuesta de la Xunta para hacer frente a estas situaciones?

Sí, hay una tendencia de la Xunta a ir arreglando todo eso. Es un proceso, no se puede arreglar de hoy para mañana. Sí es cierto que se aumenta la plantilla, que hay más profesores de Audición y Lenguaje y de Pedagogía Terapéutica. Esto requiere un tiempo. Hay una intención de ir mejorando, pero las necesidades van más deprisa que los trámites burocráticos. Ahora tenemos más profesorado que el año pasado, lo que quiere decir que se están atendiendo nuestras demandas. Por eso es bueno que exista una comunicación tanto con la Xunta como con el Ayuntamiento.

¿Las direcciones de los centros sienten que se escuchan sus peticiones?

Sí, escuchan nuestras peticiones y se atienden en la medida de lo posible. Los presupuestos son los que hay. Hace quince días estuvimos reunidos con el jefe territorial y esta semana con el concejal de Educación. Existe la comunicación y también es bueno que entre las Administraciones se pongan de acuerdo. A veces hay un limbo en el que no sabemos si es una obra nueva o un mantenimiento, y ahí es donde entran ellos. Eso es la base. Sí que con el anterior Gobierno municipal no había una buena sintonía, y los centros éramos los que perdíamos. Se hagan o no las cosas, las comunicación siempre debe de existir.

¿Hay diferencias con los centros concertados y privados?

La escuela pública goza de muy buena salud. No puedo hablar de los centros privados porque no tengo datos. Pero los centros públicos son muy buenos. Por ejemplo, los padres de los alumnos del Curros Enríquez están muy contentos. Y esto también es extensible a todos los centros de A Coruña. Las aulas están dotadas de ordenadores, cañones y pantallas digitales.

¿La transformación a ese mundo digital se ha completado?

Nunca se ha completado porque la tecnología avanza a una velocidad tremenda, pero sí que vamos al unísono de ese avance.

¿Cómo ha cambiado esto la educación?

La tecnología entra en las aulas y las aulas no pueden cerrarse a esa entrada. Evidentemente el profesorado tiene que actualizarse. Es positivo. Cualquier tiempo actual es mejor que el anterior. Sí es cierto que la educación ha cambiado pero lo ha hecho hacia un buen camino. No hay que ver más que nuestros enfermeros se van a Inglaterra, los fisioterapeutas a Francia y los ingenieros, por toda Europa. Son demandados por su formación de calidad. La enseñanza española a nivel general es buena.

Usted mismo reconoce que las necesidades han cambiado, ¿a qué se debe?

A que la diversidad cada vez es mayor. Hay alumnado que llega de otros sitios que tiene un nivel menor que el que se da en Galicia o con necesidades especiales. Al profesor se le presenta una situación que no es fácil. Eso se está superando, lo que habla muy bien del profesorado. Tenemos a nuestro alcance la formación necesaria para acometer estas necesidades. Hay un centro de recursos del profesorado que funciona muy bien. Nosotros nos adaptamos a las nuevas realidades, pero también tenemos un apoyo por detrás de nuestras administraciones. Soy director desde hace cinco años y entonces, en los colegios de Primaria, no había administrativos. Hoy, todos los tienen. Eso es un avance porque permite una mayor organización y, por tanto, una mejor educación.

¿La integración juega un papel importante en la educación?

Por supuesto. Es importantísimo. Y esa fusión se está consiguiendo. Es real.

¿Cuáles son las expectativas de futuro?

Siempre se puede mejorar. Para mí, las claves están en la inversión y la comunicación. En la educación y en otros ámbitos siempre hablamos de gasto, pero no es así, es una inversión porque luego va a repercutir en la sociedad. Además, es importante que la comunidad educativa esté en contacto. No puede ser que una administración no hable con otra o que la dirección de un centro no se comunique. Tenemos que estar relacionados. Luego se pueden atender las necesidades o no, pero hay que escuchar.