La cuarta ronda, la vía ártabra, la conexión entre la AP-9 y la tercera ronda y el enlace de Meicende son proyectos pendientes para completar el entramado viario de la ciudad y la comarca coruñesa. Los dos primeros proyectos se han encontrado con la fuerte oposición de los concellos de Arteixo y Cambre, que consideran que hay otras opciones más beneficiosas para sus municipios, y el resto afrontan un largo sinfín de trámites administrativos hasta poder ser una realidad. Otras iniciativas han sido olvidadas. Es el caso del enlace entre la AP-9 y Alvedro.

Cuarta ronda. Es una carretera convencional de 2,9 kilómetros de longitud y un coste de 27,3 millones de euros proyectada por el Ministerio de Fomento para prolongar el acceso a Langosteira hasta llegar a la tercera ronda, de tal modo que el puerto exterior tenga un acceso directo a la Red de Carreteras del Estado.

Este proyecto se ha encontrado con la oposición frontal del Concello de Arteixo, que demanda a Fomento que renuncie a esta infraestructura y utilice estos fondos para suprimir el peaje de Pastoriza, en la AG-55, una vía autonómica. La Xunta y el Gobierno arteixán han remitido un convenio al departamento estatal en el que fijan la eliminación del pago en la autopista en 19 millones, ocho menos que la obra prevista. Arteixo llevó el trazado de la cuarta ronda ante la Audiencia Nacional.

El Concello de A Coruña, acompañado de los empresarios de A Grela, Pocomaco y Vío, ha salido en defensa del vial, que ven fundamental para el desarrollo de los parques empresariales de la ciudad, especialmente Vío. El frente formado considera que la eliminación del peaje y esta nueva carretera no son incompatibles.

Vía ártabra. La prolongación de esta vía desde Oleiros hasta la Autopista del Atlántico, la AP-9, es una obra que la Xunta tiene pendiente desde hace años y que tendrá importantes efectos en A Coruña. Actualmente está abierto el tramo entre el puerto de Lorbé e Iñás. Ya tiene en marcha la construcción hasta la carretera AC-221 (San Pedro de Nós-Mabegondo) y el otro tramo hasta la autopista está a la espera, ya que debe autorizarlo el Gobierno central.

Las condiciones que exige el Estado son un área de peaje en A Gándara, quedar liberado de asumir cualquier coste y un estudio para fijar si debe indemnizarse a Audasa, concesionaria de la AP-9. La prolongación de la vía ártabra es indispensable para dar sentido a toda la carretera ya construida, que empieza en Lorbé y que ahora desemboca en Iñás, en la Nacional 6. El coste de la ejecución hasta la AC-221 es de más de 23 millones.

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, demandó hace menos de un mes que el Ministerio de Fomento autorice la conexión. El Concello de Cambre, municipio más afectado por el trazado previsto, calificó de "barbaridad" el proyecto que ejecuta el Gobierno gallego y aseguró "que se está haciendo de espaldas a la ciudadanía".

Cambre ha llevado a la Justicia la aprobación del trazado de la vía ártabra. Por el momento no ha habido una decisión del juzgado. "Estamos esperando a que resuelvan de una vez", afirmó el Gobierno local.

Conexión entre la AP-9 y tercera ronda (vial 18). La construcción de esta infraestructura se ha demorado en el tiempo debido a errores en la tramitación administrativa, ya que Fomento tuvo que reiniciar la evaluación ambiental. La alternativa elegida por el Ministerio de entre las cuatro analizadas es la que discurre más al norte y supondrá un presupuesto de ejecución de 30,5 millones de euros, incluidos los 4,87 millones de euros previstos para expropiaciones.

Partirá del enlace de la tercera ronda en A Zapateira y discurrirá con un trazado rectilíneo entre la calle Roma-Aguaceros y el complejo formado por la Residencia Universitaria Rialta y el Complejo Geriátrico Orpea (al sur). El vial continúa hasta el campo de fútbol de A Laxe y gira hacia el norte y luego al este para entroncar con la AP-9. La conexión tendrá una longitud de unos 1,4 kilómetros y dos enlaces.

Esta propuesta afecta a seis construcciones, cuatro de ellas en suelo urbano y dos, en tierras de cultivo. El anterior trazado de Fomento preveía la demolición de cinco viviendas.

La ejecución de este nuevo vial es clave para que parte del tráfico de la AP-9 que entra a la ciudad pueda acceder a la tercera ronda, de tal modo que ya no tendría que usar la avenida de Alfonso Molina.

Enlace de Meicende. Es una obra sencilla. Cuatro ramales que comunican la carretera de Pastoriza (AC-415) y la autovía de acceso a Langosteira. El Concello de Arteixo solicitó su construcción al Ministerio de Fomento en 2011. Ocho años después, este proyecto sigue sin fecha para su ejecución.

El Ministerio de Fomento aseguró a principios de este año que debe "adaptar el proyecto a la nueva normativa" (Ley de Carreteras de 2015 y la norma de trazado de 2016) y que "es preciso reiniciar los trámites ambientales".

El departamento estatal achacó la decisión de tener que reiniciar la tramitación a que en 2017 el Ministerio de Medio Ambiente (ahora Ministerio de Transición Ecológica) exigió el "procedimiento ambiental ordinario" para este proyecto.

La propuesta diseñada por Fomento para este enlace consiste en la construcción de un acceso a la autovía de Langosteira desde la carretera de Meicende y Pastoriza, con dos rotondas en este último vial. El coste estimado de los trabajos es de 8,5 millones de euros. El Concello anunció posteriormente que construiría un vial desde una de las glorietas hasta la avenida del Butano con el objetivo de desviar el tráfico pesado de la travesía de Meicende.

Conexión entre Alvedro y la AP-9. La construcción de un enlace al aeropuerto desde la autopista, a la altura de la gasolinera de O Burgo, es un proyecto que nació hace más de dos decenios. El 2 de septiembre de 1998 se produjo la firma de un protocolo entre Xunta y Concello para ejecutar esta infraestructura, que permitiría acceder al aeropuerto desde la A-9.La previsión era ejecutar la obra al año siguiente para abrir la conexión en enero del 2000.

Casi 20 años después,nada se sabe de esta carretera, que mide apenas un kilómetro. El bipartito gallego resucitó este enlace en 2008 en su plan viario para la comarca, aunque sin presupuesto, fecha y proyecto final. Y cuando la carretera caía de nuevo en el olvido la recuperó la nueva Xunta del PP. Fue a finales del año pasado: el portavoz del PP coruñés, Carlos Negreira, anunció que la Consellería de Infraestruturas reservaría dinero en los presupuestos de 2010—500.000 euros—. Pero fijar una inversión tampoco sirvió para dar el impulso definitivo al enlace. Los años pasaron y nada se supo. Fomento ejecutó la tercera ronda, que cuenta con un acceso directo a Alvedro.