La pandemia ha sido la puntilla que ha obligado a echar el cierre a los comercios promovidos por trabajadores despedidos durante la anterior crisis, según el presidente de la Federación Unión de Comercio Coruñesa, José Luis Boado, quien considera que algunas zonas de la ciudad quedarán sin infraestructura comercial. El portavoz de la organización que agrupa a las áreas comerciales de los barrios reclama al Concello ayudas al sector en forma de condonación de impuestos y el lanzamiento de una web del comercio coruñés.

¿Se esperaba un número de cierres tan alto?

Ha habido un retroceso, pero no solo en el pequeño comercio, sino también en las grandes superficies, en algunas de las cuales ya hay espacios vacíos. En muchos casos han sido de establecimientos abiertos durante la crisis por personas que fueron despedidas de empresas e intentaron abrir comercios o locales de hostelería. Muchos de los que se estaban manteniendo a duras penas y empezaban a levantar la cabeza tras pasar la crisis, con este golpe ya no volverán a abrir. El negocio de toda la vida de A Coruña es más resistente al cierre porque es una forma de vida para sus dueño.

¿También hay comerciantes que estaban a punto de jubilarse que se animaron a retirarse?

Ese proceso ya venía de antes, porque hay gente que adelantó la jubilación. Normalmente los autónomos no se jubilan a los 65 años, sino más tarde, y como suelen ser empresas familiares en las que está un matrimonio, uno espera por el otro para retirarse y cerrar el negocio o traspasarlo.

¿Prevé que se produzca de cierres una avalancha en las próximas semanas?

Hay muchos comerciantes que están esperando a ver cómo vienen las cosas para decidir si cierran y, visto lo visto, a que la desescalada sea muy rápida para empezar a trabajar, en especial con las rebajas. Si solo se hacen en internet serían sobre todo para las grandes superficies, por lo que el pequeño comercio se quedaría cojo. El comercio se va a modernizar con sistemas como la venta online y la entrega a domicilio, pero hay gente que no va a hacerlo porque le queda poco para jubilarse.

¿Cree que algunos barrios de la ciudad quedarán desguarnecidos de infraestructura comercial?

Nosotros defendemos el comercio de proximidad porque es una fuente de vida. En el comercio de Cataluña anda circulando un vídeo en el que se ve a una persona en una juguetería y hace una foto de un juguete para luego pedirlo por internet, pero luego se ve que la tienda va a cerrar y una chica mueve la noticia por las redes sociales y al día siguiente tiene un montón de gente en la puerta. Con los cierres continuos, si queda un comercio en una calle, es imprescindible que para ir a él tenga algo que no se encuentre en ningún otro lugar.

¿Hay mucha preocupación entre los comerciantes por esta situación?

Los comerciantes están muy asustados porque el cierre de varios comercios en una calle genera mucha inseguridad al que se queda porque hace que la gente pase menos por ese sitio.

¿Tienen noticias sobre la posibilidad de que haya ayudas municipales para su sector?

La concejala de Comercio, Diana Sobral, ha sido sustituida por maternidad por su compañera Esther Fontán, y estamos pendientes de que se reúna la Mesa de Comercio para tratar esta cuestión. En realidad no se ha tomado ninguna medida económica a excepción de un vídeo del Ayuntamiento. Hemos reclamado ya una página web municipal que englobe a todo el comercio de la ciudad y que nos condonen el pago del IBI, el agua y las tasas de basuras durante el tiempo que hemos estado cerrados con la condición de que estemos abiertos dos o tres meses más.