“Es una oportunidad para una parte del área metropolitana de A Coruña en relación al transporte de pasajeros”, manifiestan las Líneas Estratégicas para la Reordenación del Espacio Portuario Interior elaboradas por expertos de la Universidade da Coruña para el Concello sobre la posibilidad de crear una línea de ferrocarril de cercanías entre A Coruña y Betanzos aprovechando las infraestructuras existentes y la prevista desaparición de la estación de mercancías de San Diego.

De acuerdo con esa propuesta, la hasta ahora terminal que presta servicio al puerto se convertiría en el punto de partida de un servicio ferroviario de pasajeros que llegaría hasta Betanzos. Pero los autores del estudio destacan que para ponerla en marcha es preciso un informe sobre su viabilidad y que su inclusión en las Líneas Estratégicas es “solo una primera aproximación”.

La iniciativa surge de la constatación de que A Coruña carece de un tren de cercanías cuando otras ciudades del Cantábrico de su mismo tamaño sí disponen de este servicio y que las iniciativas de Adif para Galicia solo prevén líneas regionales como las que unirán en el futuro A Coruña con Ferrol y Lugo. Sobre esos dos enlaces, el estudio señala que habrá “cambios de trazado” y “abandono de las anteriores líneas, manteniendo en algunos casos su funcionalidad para el transporte de mercancías”. Según el informe, los recorridos desde Ferrol y Lugo deberían entrar en A Coruña a través de Uxes, donde enlazarían con la del Eje Atlántico, lo que llevaría al “abandono del trazado por la margen del Mero y la ría de O Burgo”. Pero, consultado por este periódico acerca de la cuestión, el Ministerio de Transportes indicó que “actualmente no hay ningún estudio informativo aprobado o en tramitación que considere la modificación del trazado” entre A Coruña, Ferrol y Lugo.

La línea de cercanías planteada por las Líneas Estratégicas entre A Coruña y Betanzos tendría una longitud de 27,5 kilómetros y contará en principio con las actuales estaciones de O Burgo, Cambre, Betanzos- Infesta y Betanzos Estación, a las que se sumarían otras de nueva creación: Fonteculler, A Barcala, Cecebre, Guísamo y Piadela, por lo que se calcula que la población beneficiaría del servicio se situaría casi en 375.000 habitantes. Pero ese trazado tan solo sería, según el estudio, la primera fase de la línea, ya que entiende que podría extenderse en el futuro hasta Miño, en un sentido y hasta las áreas industriales de la ciudad, aunque con frecuencias de paso menores que en el tramo principal.

Para los responsables de la propuesta, la cercanía a la línea sería el principal factor que contribuiría al éxito de este medio de transporte, que también precisaría de “tiempos de viaje, frecuencias y precios adecuados” para competir con el autobús, que actuaría en este caso como complementario. El volumen potencial de pasajeros considerado en este estudio supondría la existencia de una demanda que también se vería beneficiada por la “centralidad y acondicionamiento de las propias estaciones”, en las que debería haber estacionamiento de vehículos privados con el fin de captar más viajeros en zonas menos próximas a la línea.

El informe universitario considera que la gestión de línea actual por parte de Renfe es una “limitación”, ya que la empresa estatal opera entre ciudades con el ancho de vía español y con el internacional para la alta velocidad, por lo que estima que “no parece el operador adecuado por el propio coste del material móvil y la incapacidad de dotarlo de unas frecuencias adecuadas”. Por ello propone pasar a la vía estrecha para utilizar trenes más ligeros y garantizar frecuencias adecuadas, como recuerda que ya sucede en otras líneas de la zona cantábrica.

Razones sociales y ambientales además de la demanda

El informe de la Universidade reconoce que la demanda sería en principio la única justificaría de la creación de un servicio ferroviario de cercanías a partir de las vías existentes, pero considera que también deben tenerse en cuenta “razones de tipo social y ambiental”, pomo reducir el tráfico en el acceso a la ciudad y una planificación urbanística que desarrollase suelo residencial y equipamientos en torno a las estaciones.

El arranque de la línea se situaría en San Diego, pero los autores del informe admiten que existe “incertidumbre” sobre el futuro de esa estación, que Adif preveía inicialmente abandonar para trasladarla a Vío, aunque señala que el organismo plantea ahora su mantenimiento. En el caso de que finalmente se optara por desplazar a otro lugar el tráfico de mercancías, las Líneas Estratégicas defienden convertir la actual terminal en un edificio multiusos en el que el tren accedería de forma subterránea desde la zona de Casablanca y que se convertiría en un eje del transporte metropolitano.