Con mandiles, con pelucas violetas, con percusión o en silencio, los cientos de mujeres que se unieron ayer por la tarde a la manifestación convocada por el movimiento Galegas 8-M reivindicaron la importancia de los cuidados, también y sobre todo, en este año de pandemia. “No estamos todas, faltan las madrileñas”, cantaron algunas participantes en esta manifestación en referencia a la prohibición de los actos en la capital española. La marcha empezó en la plaza de las Cigarreras y acabó en María Pita, con la lectura del manifiesto y la actuación de las artistas Silvia Penide y Bea de Estrella. En A Coruña, el Concello no colaboró con la organización, pero tampoco impidió que se realizase la movilización.

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Manifestación convocada por el colectivo feminista Galegas 8M en A Coruña Víctor Echave

“Estamos de protesta e non de festa”, corearon también las manifestantes, porque el 8 de marzo es un día para visibilizar los problemas de las mujeres, para denunciar la falta de oportunidades, la brecha salarial, también en las pensiones, los asesinatos, los abusos y las agresiones sexuales. En el manifiesto tuvieron también su hueco las trabajadoras migrantes, las que están “en régimen de esclavitud”, las que carecen de contrato y las que están internas en viviendas, haciéndose cargo de los dependientes de la casa. No se quisieron olvidar tampoco de las mujeres trans, que reivindicaron la despatologización y pidieron “derechos para todas”, también para las que se quedaron “sin techo” por la pandemia y para las que ejercen la prostitución, para las mujeres rurales y para las que se vieron envueltas “en la trampa” del teletrabajo, teniendo que compaginar su jornada laboral con el cuidado de menores o mayores y sin derecho a la desconexión.

Participantes en la manifestación, ayer, a su llegada a María Pita. | // VÍCTOR ECHAVE

La pandemia, que todo lo impregna, desde su irrupción hace ya un año, obligó a que la movilización se hiciese con distancia de seguridad, con mascarillas y con menos cánticos que en ocasiones pasadas, también, inevitablemente, con menos participantes. El Gobierno local animó a no acudir a la manifestación como medida de prevención y a seguir luchando desde casa por la conquista de derechos para las mujeres. Este año, en el que las reivindicaciones se centraban, de nuevo, en los cuidados, como el año pasado, las trabajadoras esenciales reivindicaron que “sin cuidados no hay vida”, como evidenció la pandemia y exigieron un “sistema público” que preste este servicio y que no sea, como actualmente, “un negocio” para las grandes empresas, que concurren a los concursos de ayuda a dependientes.

“Somos la libertad hecha ser humano”, dijo ayer la actriz Isabel Risco, que fue la encargada de presentar a las participantes en la lectura del manifiesto, y de recordar que son las mujeres las que “limpian y desinfectan”, las que levantan el puño para “luchar contra la desigualdad” y las que nunca se rinden, con “fuerza y con alegría”, para cambiar una realidad que todavía no se parece a la igualdad.

En esta manifestación participaron, entre otros colectivos, integrantes de la CIG, Comisiones Obreras, el BNG, Marea Atlántica, el Partido Comunista, y el Movemento galego pola defensa do sistema público de pensións.

Alicia Bayo y Violeta Meléndrez. | // VÍCTOR ECHAVE

Alicia Bayo y Violeta Meléndrez | Estudiantes de Bachillerato

“Las mujeres que sufren violencia tuvieron que estar confinadas con sus maltratadores”

Alicia Bayo y Violeta Meléndrez no dudaron ayer a la hora de prescindir de una tarde de estudio en un año clave como segundo de Bachillerato para acudir a la manifestación que ayer partió de A Palloza en dirección María Pita. Son jóvenes, pero tienen claras sus demandas. “Es importante estar aquí para que no se olvide que las mujeres y nuestros derechos seguimos existiendo. Hay que seguir luchando”, reclaman.

Como muchas otras personas, a lo largo del año de pandemia han sido conscientes de cómo las circunstancias de crisis sanitaria han tenido sus consecuencias más duras sobre las mujeres, un motivo más para no quedarse en casa. “Muchas mujeres que sufren violencia de género tuvieron que estar confinadas con sus maltratadores. Tuvo que ser horrible”, reflexionan.

María Gutiérrez. | // VÍCTOR ECHAVE

María Gutiérrez | Directora de biblioteca

“O movemento feminista ten moito que conquerir aínda, por iso estamos aquí”

María Gutiérrez camiñou onte a distancia entre Catro Camiños e María Pita ataviada cun mandil que simbolizaba moitas cousas. “O movemento galego 8M pediu que colgasemos os mandís nas xanelas. Somos o sexo que fai os coidados, que seguen invisibilizados, precarizados e son imprescindibles”, asegura. Un coidado que Gutiérrez fai extensible a outras facetas máis alá das persoas. “É importante falar do coidado ao planeta. O mundo non é para a depredación capitalista”, reivindica. Tampouco para ela ficar na casa foi unha opción neste Día Internacional da Muller, onde se demostrou que a mobilización é posible respectando as medidas sanitarias. “O movemento feminista ten moito que conquerir aínda, por iso estamos aquí. Segue habendo violacións, maltrato, seguen asasinándonos. Non podemos dar un paso atrás”, demanda.

Mari Carmen Cambrils y Leire Acha. | // VÍCTOR ECHAVE

Leire Acha y Mari Carmen Cambrils | Animadoras de cine

“Con el COVID todo el mundo se ha visto afectado, sobre todo las mujeres obreras”

“Queremos lo que nos corresponde, no solo en nuestro día, sino todos los días”. Leire Acha y Mari Carmen Cambrils se encuentran en la ciudad por motivos laborales. Una estancia circunstancial que no les impidió acercarse hasta la manifestación que recorrió, ayer, las calles coruñesas para reclamar los muchos derechos que las mujeres todavía tienen vetados. “Sigue sin haber muchas mujeres en cargos de responsabilidad. Queremos que se nos escuche, que se nos valore, que se nos respete como buenas profesionales, no solo a la hora de sacar adelante una casa, que es a lo que se nos relega”, demandan. “Con el COVID todo el mundo se ha visto afectado, pero especialmente las mujeres obreras”, denuncian.

Carmen García. | // VÍCTOR ECHAVE

Carmen García | Xestora comercial en banca

“O coidado debería estar máis valorado, debemos coidar a quen nos coida”

Para Carmen García, que as mulleres reivindiquen a súa posición o 8-M é casi unha cuestión de urxencia. As desigualdades patentes que deixa atrás un ano enteiro de pandemia avalan este pensamento. “Esta crise vai afondar nas diferencias salvaxes que hai entre homes e mulleres, na fenda laboral”, asegura. Os coidados, punto sobre o que o movemento feminista pon o foco por segundo ano consecutivo neste Día Internacional da Muller, recaeron, aínda con máis forza, sobre a población feminina nun ano complicado para todos. “O 70% do emprego destruido foi feminino. Hay miles de mulleres que foron para casa e desapareceron do mercado laboral. O coidado debería ser máis valorado, debemos coidar a quen nos coida”, considera.