En la Ciudad Vieja las cosas van despacio. El casco histórico, la parte más antigua de la ciudad, es una zona sensible y todo proyecto urbanístico suele dejar pasar bastante tiempo desde que se anuncia hasta que se culmina su ejecución, que en la mayoría de los casos requiere de autorizaciones especiales por motivos generalmente patrimoniales. A finales de 2018, en el mandato anterior, Rexeneración Urbana informó de reformas en cinco calles de la Ciudad Vieja con una inversión superior a los tres millones de euros, gran parte procedente de fondos europeos en el marco de la estrategia Eidus de desarrollo urbano. Solo una de esas intervenciones se ha puesto en marcha dos años y medio después, en la calle Nuestra Señora del Rosario; el resto, en Damas, Cortaduría, San Francisco y Maestranza, no se han licitado.

Acceso cortado en ambos extremos de la reformada calle Nuestra Señora del Rosario. | // VÍCTOR ECHAVE

Nuestra Señora del Rosario. La remodelación de esta calle que une Los Ángeles con Campo de la Estrada comenzó el pasado 3 de octubre. En seis meses se debían eliminar las deficiencias del pavimento, hundido en algunos puntos, con la sustitución por plataforma única. La empresa que inició la obra con un presupuesto de 670.000 euros hizo importantes avances, pero pidió en marzo una prórroga de otros tres meses ante la imposibilidad de terminar los trabajos, entre otros motivos por la baja de varios operarios y el recorte de horarios por los cierres temporales de la hostelería durante la pandemia, lo que impedía a los trabajadores acudir a los locales en sus descansos o instalar comedores en la misma obra. La zona permanece con vallas desde hace días, con la actuación aparentemente finalizada, salvo sin el mobiliario o las zonas de sombra previstas. Además, en noviembre los trabajos sacaron a la luz restos de las murallas coruñesas del siglo XVIII delante de los números 3 y 5 de la calle, por lo que la empresa paralizó la obra durante más de un mes. El Concello realizó excavaciones e informes y Patrimonio autorizó continuar la urbanización.

Damas. La reforma de calles más ambiciosa de la Ciudad Vieja se anunció para Damas, 1,58 millones para renovar por completo las losas de granito en mal estado del pavimento, sustituir tuberías, soterrar líneas de alumbrado, instalar red de gas y enterrar redes de electricidad y telecomunicaciones. La proyectó Marea Atlántica cuando gobernaba, pero ni se ha licitado. El Ejecutivo actual “revisa” el proyecto, según respondió hace días al grupo del PP en la respuesta a una pregunta del pleno; en noviembre de 2020 explicaba en otra respuesta al mismo grupo municipal que se habían hecho ajustes en el presupuesto por “errores” en el anterior mandato. La obra tendría un plazo de ejecución de un año.

Cortaduría. Otro pavimento con mucho deterioro es el de la calle Cortaduría, cuya reparación se anunció en 2018 con un presupuesto de 314.000 euros y cuatro meses de plazo. El Gobierno local también respondió al PP que el proyecto ha pasado por “continuos informes desfavorables” de Patrimonio “pese a cumplir con las determinaciones del Pepri [Plan Especial de Protección y Reforma Interior]” del casco histórico. Fuentes de la Xunta matizan que la obra cuenta ya con autorización, aunque con condicionantes relacionados con la iluminación y el enlosado, que además de baldosas tiene dos franjas de cantos rodados que han obligado al Concello a corregir el proyecto por indicación de Patrimonio.

San Francisco y Maestranza. Otros dos planes anunciados en 2018 para mejorar las condiciones urbanísticas del casco histórico afectaban a estas dos calles, pero no han trascendido avances en ninguno. En San Francisco, junto a la Fundación Luis Seoane, se preveía gastar 220.000 euros para instalar un espacio para actividades infantiles donde hasta el año 2014 hubo una residencia de oficiales. En Maestranza la idea consistía en invertir 200.000 euros para ampliar aceras y modificar pasos de peatones junto al Hospital Abente y Lago.

Jardín de San Carlos. El Ejecutivo actual informó a finales de 2019 de que la rehabilitación del jardín, también incluida en el programa Eidus, consistiría en la recuperación de su diseño histórico y la restauración de elementos patrimoniales catalogados. La obra duraría seis meses y tendría un coste de casi 400.000 euros, el 80% pagados con fondos europeos. El Concello informó un año después, al poco de comenzar los trabajos, de que las obras se paralizaban de forma temporal por la presentación de tres alegaciones por los olmos centenarios del jardín y porque la Xunta suspendía el proyecto al no corresponderse con el subido en su día a la plataforma de contratación. En una respuesta al PP, el Concello explica que presentó un recurso ante Medio Ambiente, pero debido a la posible tardanza en resolverse remitió de nuevo el plan al departamento de la Xunta, que ha solicitado informes que se encuentran en proceso de elaboración, con la previsión de reenviarlos este mes para su posterior aprobación.