Una vez más, la normalidad trata de imponerse y vencer las rarezas del coronavirus. A Coruña dio ayer un paso adelante en su recuperación al recibir al primer crucero en 18 meses. Ha sido el Viking Sky, procedente de Irlanda, que con 250 pasajeros y 400 tripulantes a bordo entró ayer en la ciudad cuando el reloj marcaba las once de la mañana. Se convierte así en el primer trasatlántico que atraca en el Puerto coruñés en tiempos de postpademia.

Vuelven los cruceros, sí, pero las rutinas han cambiado. Los pasajeros ya no bajan por libre, ni se pasean por la ciudad cotilleando tiendas u ocupando terrazas. Ya no hacen amplios grupos con otros cruceristas ni se agolpan para salir lo antes posible del barco y empezar a aprovechar su visita. La pandemia sigue poniendo sus límites. Los pasajeros del Viking Sky, procedentes de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Italia, tienen la pauta de vacunación completa y se sometieron a test de COVID-19 para embarcar. Además, conviven en grupos burbuja. Uno de los guías que ayer recorrió María Pita, la Torre de Hércules y la zona de O Portiño con un grupo de cruceristas explicó que “hacen visitas panorámicas por la ciudad en grupos de 20 y tienen 15 minutos” para ver los lugares más emblemáticos y sacarse fotografías. También tuvieron la opción de hacer una excursión a Santiago. Doce buses aparcados en el muelle de Trasatlánticos esperaban por ellos. Todos llevaban mascarilla y no se olvidaron la cámara de fotos. Además, el sol de verano que ayer dio sus últimos coletazos hizo que muchos tuviesen que sacar pantalones cortos, vestidos y viseras. Los más jóvenes optaron por hacer el tour a pie, pero siempre con un guía que vigilaba los grupos burbuja. Los coruñeses esperaban con ansia la llegada de este crucero. Runners, familias en bicicleta, parejas de paseo y curiosos se acercaron por la mañana a la Marina para observar la embarcación de cerca. “Ojalá poder viajar en uno”, decía un joven, mientras una familia se hacía un selfie con el trasatlántico de fondo.

Esas grandes embarcaciones que cambian el paisaje de una ciudad que, antes de la pandemia, presumía de ser escala de referencia. El objetivo es recuperarlo. Así lo anunciaron ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, y la alcaldesa, Inés Rey, que junto al gerente del Consorcio de Turismo, Moisés Jorge Naranjo; la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro; y el delegado territorial de la Xunta, Gonzalo Trenor, dieron la bienvenida al Viking Sky con la música en directo de La banda magnética.

El crucero, que ha quedado grabado en los móviles de muchos coruñeses, abandonó la ciudad a las cinco de la tarde. Ahora el Puerto espera a su próxima visita: el Mein Schiff 6, que llega a A Coruña este miércoles. Hasta final de año, la Autoridad Portuaria estima que se harán 30 escalas en el muelle.