El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales ha rechazado el recurso interpuesto por una de las empresas que se había presentado al concurso para ejecutar los trabajos de regeneración de la ría de O Burgo, por lo que el Ministerio para la Transición Ecológica ha formalizado ya el contrato con la adjudicataria inicial, Acciona Construcción y Matías Arrom Bibiloni, que había presentado la propuesta mejor valorada.

El dragado de la ría de O Burgo se había adjudicado inicialmente el 2 de julio a esta unión temporal de empresas, pero una de las candidatas, en el plazo de quince días para presentar alegaciones, interpuso un recurso que se ha resuelto en los últimos días. El tribunal lo rechazó y fuentes cercanas al procedimiento han confirmado a este diario que se ha formalizado ya la adjudicación al proyecto liderado por Acciona, que presentó una oferta de 32,23 millones de euros con impuestos —26,64 millones sin IVA— y un plazo de ejecución de 26 meses —el máximo que contemplaba el pliego de condiciones—. Con esta firma se desbloquea la regeneración del estuario tras diez años de trámites. Las obras tienen que empezar antes de que finalice este año, ya que están cofinanciadas por una partida de fondos europeos que exigen que los trabajos se inicien en 2021.

El cronograma del pliego de condiciones ya contemplaba que las obras empezasen en diciembre de este año y que el grueso de los trabajos se concentrase en 2023, con la ejecución de más de la mitad del presupuesto. Para este primer mes de actividad, el proyecto prevé la retirada de los bivalvos de los bancos marisqueros y su resiembra —si no alcanzan el tamaño adecuado para su venta— en los bancos de O Caínzo y As Maruxas Grande.

La Consellería do Mar se comprometió, con la publicación en el Diario Oficial de Galicia del 29 de septiembre de 2020, a suspender los planes de explotación de los mariscadores que faenan en la ría de O Burgo, ya que su actividad es incompatible con las obras y la concesionaria ha de recibir los terrenos libres de cargas. Es por ello por lo que los mariscadores solicitaron que se les compensase por los más de dos años que no podrán ejercer su actividad profesional. Xunta y Estado no se han puesto todavía de acuerdo en este punto para diseñar un plan de ayudas a este colectivo, que sigue esperando y reclamando una solución.

Con esta adjudicación ya firmada, el Estado pone fin a diez años de trámites para lograr la regeneración de la ría, ya que en 2012 se iniciaron los contactos entre la Administración central y la autonómica para ver cómo acometían el saneamiento del estuario, cómo tratarían los lodos que sacasen del fondo de la ría y quién pagaría la obra. Finalmente, el Ministerio para la Transición Ecológica consiguió que la Comisión Europea cambiase los requisitos de uno de los programas del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para poder cofinanciar esta actuación hasta en un 80% y que sacó a concurso con un presupuesto de más de 48,5 millones de euros.

El proyecto de regeneración de la ría de O Burgo implica el dragado de 583.337 metros cúbicos de sedimentos en la zona interior del estuario, de los cuales, 174.284 metros cúbicos son los más peligrosos, por esa razón se confinarán en unos recintos estancos que generarán espacios verdes en Oleiros y Culleredo para completar las sendas y los paseos que bordean la ría.

Los materiales dragados que no son tan nocivos como los anteriores —223.361 metros cúbicos— se almacenarán en un punto de vertido mar adentro, en el que se depositan los materiales procedentes de los dragados de los puertos autonómicos. Los 185.690 metros cúbicos restantes se corresponden con el dragado de áridos de los canales y de los bancos marisqueros. Este material volverá a la ría y se depositará también en la playa de Santa Cristina.

Una vez rematada la obra, habrá puntos de observación de aves, también sendas peatonales, carril bici y lugares de esparcimiento en la ribera de la ría y se eliminarán también especies invasoras, como los plumachos.

Las alegaciones presentadas al proyecto inicial consiguieron, por ejemplo, que se trasplantase la Zostera noltii, una planta acuática de gran valor para este hábitat, ya que es uno de los refugios y fuente de alimento para muchas de las especies que viven en el entorno del estuario.

Con la firma de este contrato se cumple también el mandato de la Unión Europea de regenerar el estuario. En febrero de 2013, una delegación de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo visitó el estuario a solicitud de la Confraría de Pescadores y de la Plataforma en Defensa da ría do Burgo —y con la mediación de la representante del BNG en Europa, Ana Miranda— instó tanto a la Xunta como al Estado a sanear la ría.

En su primera intervención en Bruselas, tras la visita a A Coruña, el presidente de la delegación, el francés del Partido Popular Europeo, Philippe Boulland, llegó a decir que el estado de A Pasaxe era una “inmundicia”.

Los mariscadores lamentaron en varias ocasiones que este proyecto se encontrase siempre con retrasos en su tramitación y que la solución tardase tanto tiempo en llegar, ya que la dilación en los plazos implica que los lodos avancen y le coman terreno a las parcelas fértiles de esta ría que, en los años ochenta trabajaban 2.000 profesionales. En 2013, cuando los eurodiputados visitaron la ría de O Burgo, los lodos tenían una altura superior al metro y medio, desde ese momento, se siguieron acumulando en el fondo del estuario, haciendo que la arena no respire y, de este modo, no pueda aportar nutrientes a los bivalvos que los mariscadores extraen para vivir.