El pleno de la Diputación aprobó ayer, con los votos a favor de PSOE, BNG —socios de gobierno— y de Alternativa dos Veciños, y la abstención de Marea Atlántica y el PP, sus cuentas para 2022, que ascienden a 189,2 millones, un 2,57% más que este año. Las cuentas se centran, según el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, en la “apuesta por la reactivación económica, la creación de empleo y el refuerzo de los programas de protección social”. Todos los planes e inversiones del ente provincial se financiarán con recursos propios, sin apelación al crédito, manteniendo la situación de “deuda cero” de los últimos años.

La Diputación destina 900.000 euros a la creación de una oficina de apoyo a los concellos para la planificación y desarrollo de proyectos estratégicos vinculados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España. Además, el Plan de Empleo Local (PEL) incrementa su presupuesto un 26%, hasta los 12,5 millones de euros. El Plan Único, para financiar obras y servicios en los 93 concellos, parte con un crédito inicial de 45,9 millones.

Pese a su voto a favor, el diputado de Alternativa dos Veciños, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, calificó estas cuentas de “escasas”. Alberto Lema, de Marea, reprochó el nivel de ejecución de las cuentas de este año y el anterior. Insistió en que “la cifra de gasto vuelve a rondar el 40%”. “Hay más recursos financieros de lo que es capaz de gastar”, señaló después de que el diputado socialista Antonio Leira calificase las cuentas de “equilibradas” e insistiese, en alusión a los distintos programas, entre ellos el PEL, que buscan “priorizar el ámbito local, el empleo y la reactivación económica”. Las principales críticas las hizo el diputado popular Evaristo Ben, para quien se trata de unas cuentas “malas”, al tiempo que ha tildado de “nefasta” la gestión provincial. “No equilibran el territorio, dejan en el limbo infraestructuras, ni una dotación para el plan de seguridad viaria”, expuso en una intervención en la que denunció el “abandono” de los municipios del rural. Para el BNG, dijo María Muiño, el presupuesto “reforzará” las ayudas a colectivos en situación de vulnerabilidad.