La alerta naranja por oleaje no impidió ayer el inicio de los trabajos de reposición de la duna de la playa de Riazor, que protege al paseo marítimo de los embates del mar durante el invierno y que había sido deformada por los temporales de las últimas semanas. Una excavadora comenzó la reconstrucción de la barrera, que el Concello prevé terminar durante la jornada de hoy si las condiciones atmosféricas lo permiten.

Las playas fueron reabiertas al público precisamente ayer, después de haber estado precintadas desde el día de Reyes a causa del fuerte oleaje.