La Opinión de A Coruña

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PARO DE TRANSPORTES A CORUÑA

La flota pesquera finaliza el paro, pero la mitad permanece amarrada por el precio del gasoil

Los graneles del puerto continúan paralizados, con la excepción del cereal, que sale en vehículos pequeños, y el servicio a las granjas es “muy desordenado” | Algunos camiones vuelven a trabajar, pese a que se mantiene el paro

Bobinas de acero acumuladas en los muelles por el paro. | // VÍCTOR ECHAVE

Los pesqueros del Puerto de A Coruña que se habían detenido por el paro convocado por la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP) salieron hoy a faenar después de que la agrupación determinase el fin del cierre patronal, pero muchos patrones permanecieron en el muelle por los altos precios del gasóleo. De acuerdo con el patrón mayor de la Cofradía coruñesa, Felipe Canosa, solo salieron “más o menos de la mitad” de las embarcaciones de bajura. El secretario general de la patronal Pescagalicia y vicepresidente de la Lonja, Torcuato Teixeira, señala que al menos siete buques de su organización, que ya habían amarrado antes del paro por los costes del gasoil, siguen sin trabajar.

La presidenta de los placeros del mercado municipal de San Agustín, Ángela Barrán, afirma que hoy aumentó algo la afluencia de mercado en la Lonja, y por lo tanto en los puestos, porque descargaron “pinceros que habían salido el martes”, y que al día siguiente “vinieron a puerto a descargar”. El resultado del fin del paro, señala Barrán, se verá mañana, cuando la placera espera que el suministro esté “medianamente normalizado”, aunque sin recuperar los niveles de antes de la crisis.

Vendedores en la Plaza de Lugo, ayer VICTOR ECHAVE

Por el momento, falta pescado. Según cuenta Barrán, hay una cantidad de meiga “insignificante con respecto a lo normal, no suficiente para surtir a todos los puestos”. Y también faltan especies como “la caballa o el jurelo, todo lo que tenga que ver con el cerco, que está paralizado”.

La reactivación de la flota aumentará en general la actividad pesquera de los muelles, que, además de los mercados, abastece a la industria transformadora y a la exportación. El presidente de la Lonja, Juan Carlos Corrás, calculaba ayer que las descargas eran el 10% de lo habitual. Pero, además de descargar el pescado, hay que sacarlo de los muelles, algo que dificulta otro paro patronal motivado por la subida del precio de combustible: el del sector del transporte, iniciado el lunes de la semana pasada y que sigue en marcha. La semana pasada llegaron a tirarse toneladas de pescado.

El pescado vuelve a los mercados de A Coruña tras días de escasez

El pescado vuelve a los mercados de A Coruña tras días de escasez Víctor Echave

Teixeira señala que actualmente “no hay material acumulado” en el puerto, pero para su salida, si no se levanta el paro, prevé “muchas dificultades y siempre contando que no haya problemas con los transportistas en parada”, que mantienen piquetes en el puerto. Sin embargo, el vicepresidente de la Lonja también indica que los camioneros “están teniendo mucha sensibilidad con el sector pesquero”, en especial para la salida de productos perecederos.

Los piquetes, vigilados por un dispositivo de la Policía Nacional, tampoco han puesto problemas a la salida de furgonetas para abastecer a los mercados municipales, pese a que los placeros denunciaron amenazas veladas la semana pasada, al inicio del paro.

La Plataforma para la Defensa del Transporte, que convocó el cierre patronal, lo mantuvo ayer pese a las conversaciones de otras agrupaciones del sector con el Gobierno. Pero fuentes de la agrupación de transporte coruñesa Acotrades indican que ayer ya retomaron la actividad algunos transportistas del área coruñesa, y hoy “más”.

Esta recuperación no se está notando en los muelles, donde, según fuentes portuarias, permanece atascado el tráfico de graneles. Cerca de la Lonja se acumulaban hoytoneladas de barras de acero con destino a la siderúrgica Celsa Atlantic, de A Laracha. Fuentes de la empresa señalan que se ha detenido una “parte importante de la actividad ante la escasez de materia prima” Fuentes de la Subdelegación del Gobierno señalan que la empresa no ha solicitado escolta policial para trasladar el material a sus instalaciones, como sí lo hacen unas, según la subdelegada, María Rivas, “cien empresas diariamente” en la provincia, entre ellas Emalcsa, Estrella Galicia y el matadero municipal de A Coruña.

Los gerentes de los polígonos de Agrela y Pocomaco temen ERTEs en los próximos días si no revierte la situación.

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Tras una negociación con el comité de empresa, Celsa Atlantic se ha activado un ERTE negociado previamente para “situaciones sobrevenidas” y que podrá empezar a hacerse efectivo la semana que viene sobre “la parte de la plantilla que no pueda destinarse a otras actividades”.

No es la única fábrica de la comarca que está operando a poca capacidad; Ferroatlántica solo tiene una parte de sus hornos activos, si bien la Subdelegación del Gobierno señala que tanto hoy como mañana se escoltarán nuevas entregas de material para que mantenga la actividad.

Y tanto la gerente del polígono de Agrela, Teresa Firvida, como el de Pocomaco, señalan que hay empresas en sus parques industriales que se están planteando recurrir a ERTEs si la situación no mejora a lo largo de los próximos días.

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Más pescado en los mercados de A Coruña tras desconvocar la flota el paro por el alza del gasóleo Víctor Echave

CUELLO DE BOTELLA EN EL GRANO

En las instalaciones portuarias se acumula un producto estratégico para el sector agroalimentario, el cereal, ya escaso y encarecido por la guerra de Ucrania. Aunque hay existencias en punta Langosteira, los transportistas, tras 24 horas de gracia que remataron ayer, han vuelto a restringir su salida a camiones cisterna, que pueden transportar típicamente unas catorce toneladas, frente a los habituales camiones bañeras, del doble de capacidad.

De acuerdo con la Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Agafac), que agrupa a los fabricantes de piensos para el ganado, si bien “nunca se ha dejado de suministrar”, pero está saliendo “el 40% de lo normal, y eso no llega para abastecer a las fábricas, es un parche”. Además, el paro de camiones también dificulta el transporte del pienso a las granjas.

Jesús Otero es el gerente de la granja miñense O Cancelo y la empresa Bico de Xeado, pero también lleva “cereal puro de puerto a otras granjas” y señala que el suministro es “muy forzado y desordenado”. Hay que hacer más los viajes, y las explotaciones no guardan suministros para más de una semana: más allá quedan “desabastecidas”.

Acero acumulado en el puerto, a la espera de transporte. VICTOR ECHAVE

Además el coste del grano se ha incrementado. “De momento se están cumpliendo los contratos cerrados, pero si quieres comprar algo a mayores el precio es desorbitado: ha subido un 50% con la guerra, y un 80% desde el año pasado”.

En esta situación, las cadenas de suministro cortas son una fortaleza. Otero señala que Bico de Xeado aguanta porque “la mayor parte de los ingredientes son locales”. Sergio Boado, de la explotación ecológica de Irixoa Granjas de Lousada, afirma que aunque el suministro de grano está “restringido”, aguanta el tirón al no depender de piensos fabriles. Su explotación también lleva directamente el producto a la plaza de San Agustín y al mercado ecológico del Campo da Leña, por lo que pueden seguir facturando, aunque haya que repercutir el coste del gasóleo en el precio. “Nuestro modelo es entre consumir y productor, no hay influencia de transporte kilométrico” señala.

También se ha visto afectado el sector lácteo. Algunas granjas han tenido que tirar leche, y la fábrica de Inleit Ingredients, del polígono de Teixeiro, indica que si la situación no se soluciona en “días”, tendrá que parar la producción, que de momento mantiene. En las instalaciones hay ya “problemas de suministros”, como embalajes y envases, y el producto se almacena tras “días sin poder salir de la factoría”. También han sufrido algún sabotaje en sus vehículos.

Faltan algunos alimentos

Los problemas del sector agroalimentario acaban afectando al consumidor final: en los supermercados coruñeses ya se han visto baldas vacías esta semana. Mercadona señala que la cadena ha “triplicado sus esfuerzos” para garantizar el suministro, y aunque señala que “la mayoría del surtido está garantizado”, sí que faltan “algunos productos”.

Mercadona pide “calma” y “racionalidad”, pues el acaparamiento de productos puede llevar al desabastecimiento-

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La empresa pide a los clientes que hagan la compra con “calma” y “racionalidad”, pues el acaparamiento de productos puede llevar al desabastecimiento, y denuncia el “sabotaje” de camiones, al tiempo que reclama a las autoridades que “garanticen la circulación” de las flotas. “Distribuimos productos de primera necesidad, esenciales para las familias” recalca la compañía.

Y, según explican los mayoristas coruñeses del sector de la alimentación, el desabastecimiento puede empeorar en los próximos días. Manuel Seoane, gerente de Distribuciones Seoane e Hijos, con sede en Agrela, considera “cuestión de horas” que empiecen a cerrar comercios pequeños: “Vemos panaderías, fruterías, pescaderías, que están abiertas por servicio al cliente, pero pierden dinero porque no ofrecen la gama completa de productos”.

En su caso, distribuyen productos para hostelería, panadería y hotelería y la situación es “muy complicada, pese a que tenemos cuatro almacenes y unos stocks de seguridad muy elevados”. En cuanto a panadería y pizzas “estamos en las últimas y tenemos para hoy”, y cuando repartan mañana los pedidos del día anterior no habrá suministro.

La situación, explica, es crítica en los productos de mayor rotación: “no hay harina, y hay gente que está yendo a plataformas de Madrid, haciendo mil kilómetros, para llevarse 50 cajas de levadura”. En cuanto a los lácteos, “trabajamos leche fresca y UHT [que ha pasado por un proceso de ultrapasteurización] y no hay ninguna de las dos desde hace días”.

Entre las pequeñas empresas, alerta Seoane, también se multiplicarán los ERTEs si no mejora la situación. “Yo he puesto a los trabajadores a hacer inventario o limpiar en un jueves, el día de mayor trabajo, para aguantar a la gente”, explica el gerente de Distribuciones Seoane.

"No hay harina, ni levadura, ni leche desde hace días"

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También hay un problema en los productos frescos, según explican fuentes de la coruñesa Frutas Sousa, que distribuye frutas y verduras. Por el momento, señala la empresa, “hay servicio” del material cultivado en las cercanías, pues lo mueven con vehículos propios y por el momento no han sufrido sabotajes. Pero falta “todo lo que tiene que pasar por Madrid”. Así, hay “estamos sufriendo desabastecimiento de productos como verdura, tomates y pimientos, mayoritariamente lo que procede de Almería. Y también de los productos del Levante, naranjas y limones”.

Entre sus clientes, indica la empresa, se cuentan desde supermercados y tiendas a colectividades y colegios, y los clientes “se están quedando sin stock”. En los comedores, por ejemplo, se ve que van “variando y adecuando al presupuesto”, puesto que los productos que sí llegan son más caros. La falta de oferta hace que los precios se incrementen, y también los gastos del sector: “Sube el transporte, la conservación de la fruta, el envasado, los plásticos, los palés... Vienen curvas y peligrosas”.

Más optimista es el mayorista Almacenes José Quintela, que abastece a organismos públicos, colegios y hospitales: “Estamos bien porque acabábamos de reponer stock cuando esto nos pilló, y para los hospitales siempre tenemos una previsión mínima de un mes”.

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