Las personas que pierden algún objeto muy querido hacen todo lo posible por encontrarlo y eso implica hacer carteles y colocarlos en los lugares más visibles. No sabemos cuántos de los casos se han resuelto ni cuántos quedan pendientes, pero, lo cierto es que las farolas y los árboles de la ciudad sirven ya como álbum de objetos extraviado. En la bajada a la playa de Oza hay un cartel de un medallón perdido, en la ronda de Nelle, alguien pide que le ayuden a encontrar una estampa olvidada en el parque de Santa Margarita, que estaba en una cartera negra, y hay quien hace el camino contrario, el de anunciar que alguien se dejó una bolsa con una N, y que la tiene en una frutería en Pla y Cancela.