La Opinión de A Coruña

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LA FOTO MÁS ANTIGUA DE A CORUÑA

Entrar en buey, como Picasso

En la imagen más antigua de la ciudad conocida hasta el momento, datada en 1858, hay reses que hacían el servicio de transporte desde la estación de tren hasta el centro

La fotografía más antigua de A Coruña conocida. Sir John Joscelyn Coghill (Irish, 1826 - 1905)

“Picasso siempre contó que él entró en A Coruña en un carro de bueyes”, recuerda el periodista y autor del Calendario Histórico de A Coruña, Rubén Ventureira, a quien ver las reses tendidas en el suelo en la que es, hasta ahora, la fotografía más antigua de la ciudad, le alegró, pero no le resultó tan extraño como a quienes nunca hayan visto —ni siquiera imaginado— la Marina en la segunda mitad del siglo XIX.

Si Picasso, que llegó a la ciudad en 1891, entró en un carro de bueyes, tenía lógica que unos años antes se utilizasen los transportes de “tracción sangre”, como se llamaba a los taxis de la época, que eran tirados por reses, por caballos o mulas, como en el caso del primer tranvía. Su lugar de descanso era la actual Marina, aunque, para entonces, tenía una fisionomía muy diferente a la actual.

Después de que Marisa Rey, que es aficionada a la búsqueda de fotografías antiguas, publicase la imagen, procedente del Getty Museum, de Los Angeles, en el grupo de Facebook Ollar Galicia Fotografía Antiga, el 30 de agosto y que este diario contase el hallazgo al día siguiente, empezaron a sonar las teorías y los análisis de dónde podría haber sido tomada la imagen. Aficionados y expertos examinaron, más que con lupa, con los recortes del móvil —que permiten aumentar la imagen con más calidad— cada milímetro de esta fotografía que atesora el Getty Museum en Los Angeles, para encontrar alguna pista que les permitiese identificar dónde se había puesto Sir John Joscelyn Coghill para retratar su paso por la ciudad en 1858.

El arquitecto y catedrático emérito de la Escola Técnica Superior de Arquitectura da Coruña (ETSAC), Xosé Lois Martínez, dio con la ubicación concreta, al identificar que la foto estaba hecha desde la Marina y que el callejón que formaban las viviendas era lo que ahora es la calle Luchana, que conecta con Riego de Agua, muy cerca del teatro Principal, —ahora Rosalía de Castro—, que era más pequeño que actualmente.

“Una de las cosas que más le llamó la atención a Xosé Lois Martínez fue el tejado de la casa, porque era un pazo, una casona [que pertenecía al marqués do Carballo]. Estaba junto a lo que era la casa de San Jorge y que es donde se construyó el Teatro Principal, que se llamaba así cuando lo inauguraron y que ahora es el Rosalía”, explica Rubén Ventureira y desvela que una de las pistas clave para identificar las viviendas —ahora desaparecidas —fue el añadido que hay en la primera planta de la casa grande, que corresponde a un cuarto de baño.

“Eso le permitió identificar que era una fachada trasera. En la casa Picasso hay también una ventana así y eso es porque el baño estaba en la trasera de la casa”, comenta Ventureira, que se fijó, como otros investigadores, en la farola que aparece en primer plano y que ya era de gas, un sistema que, si bien después se popularizó en Galicia, solo estaba implantado en A Coruña en 1858.

Descubierta en Los Ángeles la fotografía más antigua de A Coruña conocida. Sir John Joscelyn Coghill (Irish, 1826 - 1905)

La estampa que retrató el irlandés Sir John Joscelyn Coghill en su abrupto viaje a A Coruña —un hombre de uniforme le impidió que hiciese más fotos con la excusa de que la ciudad estaba siendo fortificada, por lo que se tuvo que ir solo con esta instantánea y con la de la tumba de Sir John Moore— muestra una casa grande, la que perteneció al marqués do Carballo, según relata Xosé Lois Martínez; una a la izquierda, que era del Hospital de la Caridad y otra más pequeña, a la derecha. En el boletín oficial que recoge el anuncio de la subasta de la vivienda de la izquierda, en 1856, se identifica con el número 33 de la calle Luchana, que antes —y ahora— era Riego de Agua. Sobre esta casa, en la que dos mujeres aparecen asomadas a la ventana, se indica en el boletín que tiene “piso bajo, principal, segundo y buhardillas”, donde el “piso bajo contiene en su distribución un zaguán embaldosado de cantería y cuatro tiendas con puertas y ventanas construidas con miembros de cantería”; sobre los pisos principal y segundo dice que tienen “alcobas, sala y cocina” y que la buhardilla cuenta con “varios cuartos”.

“Además, tiene las ventanas rasgadas, con las correspondientes vidrieras y maderas en buen estado, y un balcón corrido con repiso de cantería y antepecho de hierro en el segundo piso, y una galería sobre repisa de cantería en la fachada posterior en el segundo cuerpo”, continúa el anuncio, que explica que la vivienda valía en renta “3.100 reales”, que fue tasada en 56.878 y capitalizada en 69.750 reales. La vivienda grande iba a ser subastada, aunque el propietario de la de al lado, la que es más baja, llegó a un acuerdo con el Concello para adquirirla.

La ciudad a la que llega Sir John Joscelyn era, ya desde el año anterior, la primera de Galicia y que, según el padrón de 1857, contaba con 27.354 habitantes. “Todos entrarían en el estadio de Riazor y aún quedaría algún sitio vacío”, bromea Ventureira, que explica, además, que es una época clave para la ciudad ya que, dos años después, se sometería al gran cambio de su fachada marítima, en el que Celedonio Uribe plantea hacer los jardines de Méndez Núñez y la rosaleda para disfrute de los vecinos y que modifica totalmente la fisionomía de la ciudad. “El espacio público de recreo que había en la ciudad se ceñía a los jardines de San Carlos”, relata Ventureira.

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