La Opinión de A Coruña

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Soneira se unirá al pleno como concejala independiente, fuera del grupo de Marea

Señala que no está “con ninguna formación”, pero el grupo en cuya lista concurrió afirma que sigue dada de alta en el partido | Le reclama que ceda su acta al siguiente candidato

Susana Soneira, a la izquierda de Xulio Ferreiro, aplaudiéndole en un mitin en 2019. | // CARLOS PARDELLAS

La decana del Colexio de Graduados Sociales de A Coruña y Ourense, Susana Soneira, entrará en el pleno municipal de A Coruña como concejala no adscrita para sustituir a la edil de Marea Claudia Delso. Pese a que formó parte de la lista presentada por la formación en 2019, ha señalado a este diario que no estará “ni con Marea, ni con Podemos, ni con ninguna otra formación”.

Soneira toma esta decisión después de que tanto Marea (que pasa a tener ahora cuatro ediles) como su entonces líder, el exalcalde Xulio Ferreiro, reclamasen que entrase a formar parte de su grupo municipal. Pero la nueva concejala afirma que “me presenté en la lista de Marea como independiente, porque Xulio Ferreiro me llamó, y decidí apoyar su proyecto personal. Quiero que quede constancia de que fui siempre como independiente”.

Pero Marea defiende que “todas las personas que fueron en la lista se dieron de alta en la organización”, y que Soneira, que según indica el grupo lo hizo el 3 de febrero de 2019, “todavía no pidió la baja”. La coordinadora de la formación la acusa de “transfuguismo” y le reclamó este jueves, tras una reunión, que renunciase al acta si no está dispuesta a integrarse en el grupo y someterse a su disciplina de voto. Los concejales de Marea, incluida Claudia Delso, condenaron su decisión en Twitter.

Xulio Ferreiro acusó a Soneira de “romper” sus “compromisos” y afirmó que a la ciudadanía “le resulta difícil entender rupturas y transfuguismos”. “Nunca creí en lo proyectos personales en política”, afirmó el exalcalde, que indicó que “no existe una Marea Atlántica con Xulio Ferreiro y un Marea Atlántica sin Xulio Ferreiro”. El que fuera regidor de la ciudad entre 2015 y 2019 dejó la política municipal después de las elecciones de ese año, en las que su lista bajó de diez a seis ediles, cediendo la portavocía municipal a María García.

Soneira indica que toma la decisión tras “muchísima reflexión” y llegar a la conclusión de que “es la más acertada”. “Quiero seguir como independiente estos meses que quedan”, señala, en referencia a que este curso político acabará con las elecciones municipales de 2023.

El PP y el Gobierno local han preferido no hacer declaraciones sobre la incorporación de Soneira fuera del grupo de Marea. Tampoco lo ha hecho Isabel Faraldo, militante de Podemos, que también consiguió su escaño dentro de la lista de Marea. Faraldo, como hace ahora Soneira, rechazó integrarse dentro del grupo y, por tanto, no está sometida a la disciplina de voto de esta formación. Faraldo sí señaló a este diario que no ha tenido conversaciones con Soneira durante estos días para pactar un frente de voto conjunto.

Sí que se ha pronunciado el BNG, que afirma que “por higiene democrática una persona electa en una candidatura se tiene que vincular a esta una vez que toma posesión”. Aunque la ley establece que las actas se reciben de manera personal y el concejal está en su derecho de permanecer en el pleno de manera independiente, los nacionalistas afirman que si un edil no quiere concurrir en el grupo con cuya lista concurrió “lo lógico y edificante es que dimita y dé paso a otra persona”.

Después de Soneira figura, en la lista que llevó Marea a las elecciones de 2019, el profesor Javier Pérez. Según Marea, “sí está dispuesto a cumplir la palabra dada”. Tras él se encuentran la consultora Natalia Balseiro y el sindicalista Adrián García Seijas, de Podemos.

Nuevas matemáticas plenarias

La decisión de Soneira de permanecer como independiente permite ahora al Gobierno local intentar negociar mayorías en el pleno municipal sin contar con el PP o con Marea, su hasta ahora socio preferente. El PSOE suma diez votos de los 27 del pleno: nueve de los concejales que iban en la lista del partido en 2019 y un décimo de Mónica Martínez, elegida por Ciudadanos pero que más tarde abandonó el partido y se integró en el Gobierno local.

Aunque el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de la ciudad interpretó que fue un caso de transfuguismo y obligó a la concejala a devolver los nuevos ingresos que había percibido por formar parte del Gobierno local, Martínez sigue alineándose con el PSOE en las votaciones plenarias.

Si los socialistas consiguen sumar a sus votos los dos del BNG, así como los de Faraldo y Soneira, llegarían a los catorce apoyos. Este número es necesario para aprobar cuestiones como ciertas modificaciones urbanísticas, y, aunque lograr esta coalición presenta sus propios retos, blindaría las propuestas del PSOE ante un voto negativo de Marea y PP.

El primer partido ha sido hasta ahora el principal recurso de los socialistas para apuntalar votaciones clave, lo que le ha permitido introducir programas propios en la agenda del Gobierno local.

La salida de Corcoba del PP en 2006, el precedente de tres concejales no adscritos


Los casos de Mónica Martínez, que abandonó el grupo de Ciudadanos por el que resultó elegida, y de Isabel Faraldo y Susana Soneira, que descartaron integrarse en el de Marea Atlántica para hacerlo como concejalas no adscritas, hacen que la actual Corporación municipal cuente con un número poco frecuente de este tipo de ediles. Su presencia es un reflejo de las dificultades por las que atraviesan las dos formaciones políticas con las que concurrieron a las anteriores elecciones locales y tiene como precedente el abandono en 2006 del grupo municipal del Partido Popular de Fernando Rodríguez Corcoba, Jacobo Gantes y Marta Zapata. La decisión del PP de designar como candidato a la Alcaldía para 2007 a Carlos Negreira llevó a Corcoba a dejar las filas populares tras un duro enfrentamiento con Alberto Núñez Feijóo. Cuando un año más tarde se convocaron los comicios, se presentó con su propia formación, Coruñeses con Buenos Argumentos (Cor.co.ba.), aunque no obtuvo representación. En otras corporaciones, a pesar de las importantes diferencias surgidas, no hubo abandonos de grupos, incluso cuando en 1984 Segundo Pardo, Enrique Carreira y Pedro Arias fueron relevados de sus cargos en el Gobierno local socialista al oponerse a los proyectos urbanísticos de Francisco Vázquez.

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