La Opinión de A Coruña

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El lotero acusado de quedarse la Primitiva millonaria: “Ojalá el juicio fuese mañana”

Reija defiende su inocencia y que explicará “todo” ante la jueza u Celebra que la Audiencia exculpe a los cuatro directivos de Loterías, pero no entiende por qué no ha hecho lo mismo con él y su hermano, delegado del ente

La administración de Loterías de Manuel Reija. Carlos Pardellas

“Ojalá el juicio fuese mañana para explicarlo todo”, manifiesta el lotero de San Agustín, Manuel Reija, investigado por el caso de la Primitiva millonaria junto a su hermano, Miguel Reija, delegado provincial de Loterías. Los dos irán a juicio por un posible delito de apropiación indebida. El boleto, premiado con 4,7 millones de euros, se selló en Carrefour de Alfonso Molina y se comprobó en San Agustín, donde Reija asegura haberlo hallado cuando estaba solo en el despacho.

El caso de la lotería sin dueño empezó en julio de 2012, cuando, según su versión, Manuel Reija avisó a su hermano, Miguel, de que se había encontrado el boleto premiado. Desde entonces, cientos de aspirantes, una investigación policial para dar con el legítimo propietario y un proceso judicial que contó con nueve investigados, aunque solo quedan dos. “Entiendo que hayan exculpado a los cargos de Loterías. Era lo que esperaba. Lo que no entiendo es por qué no nos han exculpado a mi hermano y a mí”, lamenta desde su administración.

Tras las primeras declaraciones, tomadas entre 2019 y 2020, la jueza que instruye el caso exculpó a tres directivos de la Sociedad Española de Loterías y Apuestas del Estado (Selae): José Miguel Martínez Martínez, que hace diez años era presidente de Loterías y Apuestas del Estado; José Miguel Sanz Carnero, jefe de sección de Loterías; y Luis Ramos Ávila. Hace unos días, la Audiencia Provincial dictó un auto en el que estima el recurso de los otros cuatro altos cargos de Loterías, a los que exonera porque considera que sobre ellos no recae responsabilidad penal. Son Juan Antonio Gallardo López, que fue director de negocio de la Sociedad Española de Loterías y Apuestas del Estado; Joaquín Argudo Carreño, jefe del servicio de control de premios e invendidos en 2012; José Manuel Ortiz del Pozo, director de producción de sistemas técnicos de Loterías del Estado en ese momento; y Juan Antonio López Martínez, entonces subdirector de comercialización de juegos.

Aunque asegura que “el daño ya está hecho”, el lotero de San Agustín quiere que llegue el juicio para explicar “todo” a la jueza, aunque hubiese preferido que no se celebrase. Insiste en defender su inocencia. “Tendrían que exculparnos a todos”, comenta, de nuevo.

Sin embargo, tanto él como su hermano, delegado provincial de Loterías, tendrán que ir a juicio, aunque todavía no hay una fecha fijada. Hace aproximadamente un año, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 concluyó, tras la investigación, que los hechos pueden ser constitutivos de un presunto delito de apropiación indebida.

El boleto se comprobó el 2 de julio de 2012 en San Agustín junto a otros tres billetes. Reija ha defendido siempre que lo halló cuando estaba solo en el despacho. Se lo contó al día siguiente a su hermano, quien lo traspasó a la Selae, que lo custodió en Madrid. El 5 de septiembre de ese mismo año, el lotero solicitó cobrar el premio por su “buena fe” y la “predisposición a colaborar”. La Selae informó del hallazgo al Servicio de Control de Juegos de Azar. La Policía Judicial tomó huellas, pero estas no resultaron relevantes. Sin embargo, el caso no se cerró porque un hombre presentó una denuncia en la que defendía que era el legítimo propietario de la Primitiva millonaria. Esta denuncia desencadenó la investigación judicial. Durante tres años, agentes del 091 analizaron todo tipo de datos y apuestas para localizar al dueño. Según la Policía, no es quien presentó la denuncia sino otro hombre, también fallecido, que solía utilizar las mismas combinaciones en sus apuestas. No en la millonaria, que era automática, pero sí en las que acompañaban a esta. Es decir, las que hizo manualmente en Carrefour, cuando compró los boletos, y también las que comprobó y volvió a hacer en San Agustín.

Los registros de la máquina de la administración de Manuel Reija revelan que, en 19 segundos, se comprobaron cuatro boletos, uno de ellos premiado con 4,7 millones de euros. Justo después, tras 49 segundos, según el informe policial, se realizaron “ocho nuevas transacciones de apuestas, entre las cuales se encontraban las manuales previamente presentadas a cobro por el jugador”. Además, minutos después, el lotero volvió a comprobar los cuatro billetes y el premiado lo pasó por la máquina una tercera vez. En la pantalla aparecía el mensaje: “Premio Superior. Llevar resguardo a la Delegación”, lo que significa que el premio es mayor de 5.000 euros. La frase se vio también en la pantalla exterior, pero solo durante unos segundos, lo que, según la Policía, “imposibilitó” al apostante advertir el mensaje. Además, el 091 considera vox populi que dos días antes en la administración de Carrefour se había sellado la Primitiva millonaria.

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