“Llevamos 30 años construyendo un ecosistema que produce talento”

Expertas aseguran que la Agencia de Inteligencia Artificial atraerá importantes inversiones para Galicia y situará la comunidad como un polo tecnológico de referencia

Presentación oficial de la candidatura coruñesa a la Agencia Estatal, con Amparo Alonso a la izquierda.   | // VÍCTOR ECHAVE

Presentación oficial de la candidatura coruñesa a la Agencia Estatal, con Amparo Alonso a la izquierda. | // VÍCTOR ECHAVE / Marta Otero Mayán

“La de A Coruña era una candidatura potente. Con este carácter que tenemos los gallegos de avanzar sin hacer ruido hemos ido construyendo desde que empezamos, hace 30 años, un ecosistema que produce talento”, valora la catedrática Amparo Alonso, coordinadora del grupo Lidia (Laboratorio de I+D en Inteligencia Artificial en Ciencias de la Computación) de la Universidade. La confirmación de que será A Coruña la ciudad que acoja la sede de la Agencia Estatal para la Supervisión de la Inteligencia Artificial despertó esta semana muchas alegrías en diversos sectores políticos y académicos, pero más si cabe entre aquellos que siempre creyeron, porque lo habitan y trabajan, en la proyección del ecosistema tecnológico coruñés.

A Coruña se convertirá, tras la designación, en el primer lugar de Europa en contar con un organismo específicamente destinado a supervisar el uso que se hace de la inteligencia artificial en distintos ámbitos. Una tarea que no requiere únicamente de pericia tecnológica, pues va más allá: sobre la que puede ser la gran revolución tecnológica de la nueva era influyen condicionantes legales y éticos, cuyas fronteras se explorarán desde A Coruña. Más concretamente, desde el flamante y centenario edificio de La Terraza, que debe comenzar a ponerse a punto para albergar a sus nuevos inquilinos. Para expertos e investigadores, la elección de la ciudad salda una deuda histórica con quienes vieron por primera vez el potencial de A Coruña en materia tecnológica. “Es de justicia recordar que esta oportunidad existe gracias a esas personas que, hace 30 años, pensaron que era buena idea montar en A Coruña una facultad de Informática. Eso dio lugar a las facultades de Santiago y Ourense y a todo ese tejido TIC. Hay que agradecerles a esas personas que pensaron que eso podría tener sentido aquí”, demanda la doctora en Informática Bertha Guijarro.

Desde que se anunció que la Agencia recalaría en A Coruña, no se habló de otra cosa entre los investigadores y estudiosos de la materia, emocionados ante la perspectiva de acoger un organismo que situará a Galicia como polo tecnológico de referencia. Los expertos destacan las oportunidades que traerá la agencia para Galicia en materia de inversión y posicionamiento, que dejará, insisten, más remanentes que los empleos directos ligados al organismo

“Ahora mismo no podemos ni imaginar lo que va a ser para Galicia. La importancia va más allá de una serie de empleos directos, que los habrá: lo más relevante va a ser la percepción a nivel internacional. Hay gente en Europa que no sabe dónde está A Coruña, que de repente va a saber que es un polo tecnológico importante. Esto atraerá más empresas de las que ya atraíamos. Ahora no somos capaces de saber en qué medida impactará”, reflexiona Guijarro. El organismo tiene vocación de servir de ejemplo a otras naciones en materia de supervisión y regulación de datos o software. Su creación nace del ofrecimiento de España a la Unión Europea para actuar como campo de pruebas para fijar los lindes en materia de transparencia, prohibiciones y condicionantes éticos en el desarrollo de esta tecnología. La agencia generará alrededor de 40 empleos directos y unos 100 interdisciplinares, calculan expertas, pero también posicionamiento europeo en uno de los asuntos primordiales en el desarrollo de esta tecnología: convertirla en una herramienta segura y que inspire confianza en las personas, que son quienes, en última instancia, disfrutarán de sus oportunidades.

“El libro blanco de la inteligencia artificial aboga por la excelencia y la confianza, por poner a las personas en el centro de la Inteligencia Artificial, y en el que los sistemas sean auditables. Todo esto tiene que ver con propuestas como el Artificial Intelligence Act o el Data Act, que trata la regulación de todo lo que tiene que ver con los datos. Esta legislación vendría de esta agencia”, explicó en su momento a este diario Amparo Alonso.

El suyo fue uno de los primeros nombres que sonó cuando empezó a gestarse la idea de presentar una candidatura gallega para albergar la agencia. La Cámara de Comercio propuso su nombre, junto al de Bertha Guijarro, para ocupar sendos puestos del grupo de expertos para la presentación dicha candidatura. Hoy, consumada la elección, tanto Amparo Alonso como el resto de investigadores ligados al sector acogen la nueva con entusiasmo añadido por la calidad de las candidaturas que competían con A Coruña y por la unanimidad con la que el Gobierno señaló la idoneidad de la elegida. “Estamos por encima de la media nacional de uso de la Inteligencia Artificial”, apostilla Alonso.

El proyecto de regulación que tendrá su sede en A Coruña es pionero a la hora de poner sobre la mesa la supervisión de esta tecnología. El Gobierno de Estados Unidos puso de manifiesto su intención de poner coto a los desarrollos en los que intervenga la inteligencia artificial, siguiendo los pasos de Europa. El presidente Joe Biden presentó una Declaración de derechos de la IA en la que por primera vez se aborda una posible regulación integral, que incluiría a las empresas tecnológicas y los ciudadanos para que trabajen de forma común en la formulación de estos procesos. El reto que se asumirá en A Coruña es de escala mundial. “El proyecto que presentó Estados Unidos le da la razón a la apuesta europea por desarrollar una Inteligencia Artificial de alto nivel tecnológico en la que se pueda confiar, que sea útil para las personas”, reta Amparo Alonso.