Entrevista | Miguel A. Pereira Autor de una tesis de la UDC sobre uso de informática para ayudar a los enfermos

“Nuestra inteligencia artificial monitoriza al paciente de UCI y propone qué dosis darle”

“Los médicos toman la decisión, pero aceptan lo que propone el sistema el 90% de las veces”

El médico y doctor por la UDC Miguel Ángel Pereira.   | // LA OPINIÓN

El médico y doctor por la UDC Miguel Ángel Pereira. | // LA OPINIÓN / Enrique Carballo

Miguel Ángel Pereira es médico en la UCI de reanimación de pacientes operados del corazón en el Álvaro Cunqueiro de Vigo pero eligió la Universidade da Coruña (UDC) para realizar su doctorado sobre la aplicación de inteligencia artificial para mejorar la atención a los pacientes. Acaba de defender con éxito la tesis, desarrollada en colaboración con informáticos del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Citic) de la universidad.

¿Qué le dio la idea?

Hice el curso de doctorado en ciencias de la salud en la UDC y conocí a bastante gente relacionada con algo que me apasionaba, la inteligencia artificial, que, creía yo, se podía emplear para mejorar algunas cosas. Trabajé con el grupo RNASA-IMEDIR, del CITIC y el catedrático Alejandro Pazos. Les planteé mi idea, porque me parecía que hay mucho gap (brecha) entre ingeniería informática y la parte más clínica, aunque este grupo está trabajando en esto.

¿Qué aporta su investigación?

En las unidades de cuidados críticos de estos pacientes del corazón hay mucha tecnología, pero está muy disgregada. Hay muchos monitores, muchas bombas, muchas máquinas que tienen tecnologías muy distintas pero sin casi ninguna integración. La propuesta de la tesis es integrar toda la información de estos diferentes monitores sobre la situación de los pacientes, y diseñamos una inteligencia artificial con reglas que simulan el razonamiento que harían un médico para modificar las dosis de los fármacos. Así, intentamos que el paciente tenga la dosis ideal para mantener sus constantes vitales en el rango más óptimo durante más tiempo, automatizando.

Cuando se refiere a constantes vitales en rango óptimo, se refiere a cuestiones como tener la tensión arterial en ciertos parámetros...

Sí, sobre todo son presiones arteriales, frecuencias... Pero sobre todo la presión arterial, que es de lo más importante para controlar en un paciente, sobre todo en las primeras horas más críticas tras la operación.

¿Y el sistema va analizando los datos sobre estas constantes?

Eso es. Hace una monitorización continua y más precisa del paciente: hace un análisis cada dos minutos. Es como si hiciésemos cada dos minutos una valoración del paciente en el sistema sanitario, lo que es muy complicado con personas.

¿Cómo se hace el seguimiento?

Normalmente estamos un médico cada ocho o diez camas, y luego hay una enfermera para cada dos o tres, así que el tiempo que le podemos dedicar es el que es. Si uno pudiese estarlo evaluando en todo momento podría estar haciendo ajustes de medicaciones más precisos. Una tendencia en la inteligencia artificial en la salud es la de las tres pés: que esté orientada a ser preventiva, precisa y participativa. Nuestro sistema debería dar mayor precisión: nos permite decisiones más frecuentes, exactas y precisas.

¿Y permite un seguimiento a distancia?

Sí, no tenemos que estar in situ delante del paciente: lo podemos controlar remotamente, y abre todo el campo que quieras de la telemedicina, poder asistir al enfermo desde un sitio más cómodo, tener una central de monitorización...

El sistema detecta que se necesita equis medicamento, pero, ¿quién toma la decisión de suministrarlo?

La decisión la propone el sistema, en base a un modelo que emplea las reglas para razonar y tomar la decisión que emplearíamos los médicos. Siendo experimental, decidimos que fuera semiautomático: aunque propone variaciones de dosis, tiene ser el médico el que tome la decisión de aceptar o rechazar. Creo que éticamente es lo correcto.

¿Con qué mecanismo le hace las propuestas al médico?

Aparece en un ordenador. La propuesta tiene trazabilidad, esto es, dice que la presión arterial está por encima, tienes una medicación que hace esto, te propongo que pongas esta dosis. Pero en todo momento la decisión es del sanitario.

¿Se ha llevado a la práctica?

Sí, en el Meixoeiro de Vigo, donde trabajaba antes. Se ha probado en 22 pacientes post-operados de cirugía cardíaca durante medio año. El trabajo previo duró año y medio.

¿Cuál fue el resultado?

Lo que valoramos fue el porcentaje de veces que, haciendo una propuesta de modificar la dosis, el médico la aceptó. Hubo 4.100 propuestas del sistema, y el sanitario estuvo de acuerdo en el 90% de las ocasiones, rechazando el resto.

Ahora que la tesis está defendida, ¿hay planes para implementar el sistema en más hospitales?

De momento tendríamos que actualizar todas las tecnologías, que se modifican mucho, y tendríamos todavía que probarlo mucho más tiempo, en el sistema sanitario todo es muy lento. Pero hay casas comerciales que ya han mostrado interés.

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