LA PIEDRA DEL DESTINO O 'STONE OF SCONE'

La Piedra del Destino: El talismán coruñés bajo el trono en la Coronación de Carlos III

Oculto bajo el trono en el que el hijo de Isabel II recibía este 6 de mayo la Corona británica, en las imágenes de la ceremonia celebrada en Westminster se ve la Piedra del Destino --Stone of Scone-- sobre la que se han coronado los reyes irlandeses, escoceses y británicos desde hace tres mil años, que según la leyenda fue llevada por el hijo de Breogán desde la costa ártabra hasta Escocia

La Piedra del Destino, bajo el trono de Carlos III, ayer durante la coronación del hijo de Isabel II y nuevo rey de Inglaterra, celebrada en la Abadía de Westminster.

La Piedra del Destino, bajo el trono de Carlos III, ayer durante la coronación del hijo de Isabel II y nuevo rey de Inglaterra, celebrada en la Abadía de Westminster. / Reuters / Yui Mok

RAC - Santiago Romero

El gran protagonista, con mayúsculas, de la coronación de Carlos III de Inglaterra este sábado 6 de mayo de 2023 ha sido sin lugar a dudas el hijo de Isabel II que, ya septuagenario, accede a la Corona británica tras décadas a la sombra de la reina más longeva de las monarquías europeas. La ceremonia albergaba, además, otro protagonista que en las últimas semanas apenas ha acaparado focos ni atención mediática en Reino Unido y que guarda relación con A Coruña. Se trata de un auténtico talismán coruñés en la coronación de Carlos III: la Piedra del Destino o Stone of Scone, un símbolo que ha acompañado a las coronaciones de reyes irlandeses, escoceses y británicos a lo largo de 3.000 años de historia.

La Piedra del Destino.

La Piedra del Destino en una imagen de archivo. / SANTIAGO ROMERO

Custodiado en Escocia, hasta hace algunas semanas persistía cierta incertidumbre acerca de si este pétreo testigo de siglos de relevos entre regentes de sangre azul iba a ser cedido por los escoceses para dar legitimidad a la imposición de la Corona al sucesor de Isabel II. Y así ha sido. Aunque no ha acaparado flashes ni demasiados comentarios en los medios de comunicación, ni siquiera en los medios británicos, ahí estaba la Piedra del Destino. La célebre Stone of Scone se intuye en algunas fotografías tomadas en Westminster, justo cuando al nuevo rey le colocaban la Corona con más de 2.000 diamantes. La piedra se ve entre los relieves en madera justo debajo del trono en el que Carlos III, rodeado del resto de actores de la coronación, esperaba el momento crucial de la ceremonia celebrada en Westminster.

Carlos III, ayer durante su coronación, sentado sobre el trono diseñado especialmente para albergar debajo la Piedra del Destino, que se intuye entre los relieves de la silla de madera.

Carlos III, ayer durante su coronación, sentado sobre el trono diseñado especialmente para albergar debajo la Piedra del Destino, que se intuye entre los relieves de la silla de madera. / Reuters / Yui Mok

¿Y cuál es el vínculo de este talismán con A Coruña? A continuación desgranamos los detalles de la historia que vincula a la Piedra del Destino con la tierra de la Torre de Hércules.

Como relataba LA OPINIÓN en septiembre pasado, esta Piedra del Destino que durante siglos ha otorgado legitimidad a las coronaciones reales en la abadía de Westminster, por primera vez desde 1239, la legendaria Piedra del Destino ya no se encontraba en Londres, sino en el castillo de Edimburgo, donde se ha convertido desde 1996 en un símbolo de la soberanía escocesa.

El histórico talismán que enfrentó durante siglos a ingleses y escoceses --y que ha mantenido en vilo a Carlos III hasta que, como hemos visto en las imágenes, se ha confirmado que llegó a Westmister--, guarda un profundo nexo con la antigua mitología céltica coruñesa, según las antiguas leyendas fundacionales de Irlanda y Escocia recogidas en el Leabar Ghabala o Libro Celta de las Invasiones. La Piedra del Destino, que durante dos mil años coronó a reyes irlandeses, escoceses e ingleses, fue llevada a las islas británicas desde el Magnus Portus Artabrorum coruñés, según las antiguas leyendas célticas alrededor del año 900 antes de Cristo. Las epopeyas irlandesas y escocesas narran que Ith, hijo del caudillo Breogán, conocido en la mitología céltica como Breagh, embarcó con su tribu desde la costa ártabra rumbo al norte. A sus pies, en la nave capitana, portaba la Piedra del Destino en la que se habían sentado sus antepasados al proclamarse jefes. Ith muere en el intento de conquistar Eire, pero el sagrado talismán se instala con los brigantes en el pueblo irlandés de Tara y siglos después es trasladado a Escocia. La simbología de esta historia está recogida en el conjunto escultórico del Parque Celta instalado en la península de la Torre de Hércules y en uno de los bajorrelieves del salón de plenos del Ayuntamiento de A Coruña.

Bajorrelieve sobre el traslado de la Piedra del Destino, en el salón de plenos de A Coruña.

Bajorrelieve sobre el traslado de la Piedra del Destino, en el salón de plenos de A Coruña. / SANTIAGO ROMERO

La Piedra del Destino, también conocida como Stone of Scone, se convertiría en el símbolo de soberanía y unidad de las tribus escocesas hasta que en 1239 fueron conquistadas por el monarca inglés Eduardo I, “martillo de los escoceses”, quien se llevó el sagrado talismán céltico como botín de guerra a la abadía de Westminster, en Londres, donde mandó construir un trono especialmente diseñado para contener la piedra en su parte inferior --ahí precisamente es donde se intuye en algunas de las imágenes que han trascendido de la ceremonia--. Eduardo I creía que quien estuviera en posesión de la piedra sería el legítimo soberano de Escocia e Inglaterra. Desde entonces, los escoceses nunca cejaron en su empeño por recuperarla. Lo lograrían fugazmente en un momento de gran incertidumbre para el futuro de la dinastía de los Windsor, en plena descomposición del imperio colonial y en puertas de la coronación de una reina novata y sin el menor carisma popular, Isabel, tras la inesperada muerte del rey Jorge VI en 1952, al que suplía en muchas tareas desde 1951 a causa del cáncer que padecía su padre —el monarca tartamudo que popularizó la película El discurso del rey—.

En 1950, cuatro jóvenes universitarios escoceses e irlandeses, para quienes también la piedra tiene rango de símbolo nacional (en Irlanda la llaman Lia-Fail), la robaron de Westminster. La policía buscó en vano el histórico talismán y hasta se llamó a un adivino para dar con su paradero. La salud de Jorge VI se deterioraba rápidamente y el temor de no tener la piedra era un presagio de que la era de los Windsor tocaba a su fin. Después de arduas negociaciones, la piedra fue recobrada meses más tarde en la Abadía de Arbroath, donde había sido escondida por los nacionalistas escoceses. El 2 de junio de 1953, Isabel II de Inglaterra y I de Escocia, fue coronada soberana de la Gran Bretaña en Westminster. Entre los símbolos de la soberanía de la que estaba siendo imbuida, se contaban el orbe, el cetro real, la vara de la clemencia, el anillo real de zafiros y rubíes y, muy especialmente, la Piedra del Destino bajo el trono en el que se sentaba. Ayer también pudimos verla, o más bien intuirla, debajo del trono en el que se sentó su hijo Carlos para recibir la Corona.

La Piedra del Destino se intuye bajo el trono de Carlos III durante su coronación, ayer, en la Abadía de Westminster.

La Piedra del Destino se intuye bajo el trono de Carlos III durante su coronación, ayer, en la Abadía de Westminster. / Reuters / Yui Mok

La Piedra del Destino sería devuelta en 1996 a Edimburgo, donde fue vitoreada por una multitud, tras casi un milenio de retención en Londres, en un gesto político que buscaba aplacar al emergente movimiento independentista escocés, con la condición de que volviera a Westminster para futuras coronaciones.

LaPiedra del Destino en una imagen de archivo.

LaPiedra del Destino en una imagen de archivo. / SANTIAGO ROMERO

La odisea de la coronación de Isabel II guarda bastante paralelismo con el arranque del reinado de un Carlos III que genera más rechazo que ilusión y con la monarquía británica en sus horas más bajas. Quizás por eso, antes de que trascendiera la fecha de la coronación del hijo de Isabel II, Buckingham hizo público un comunicado en el que aseguraba que el organismo Historical Environment Scotland, que gestiona el castillo de Edimburgo, donde la Piedra del Destino se suele mostrar, confirmó que el talismán saldría de Escocia para la coronación, pero volvería inmediatamente después a Escocia. Esto no terminaba sin embargo con la incertidumbre, puesto que un sector del Partido Nacionalista Escocés se oponía a que la piedra regresase a Londres.

Así ha sido la ceremonia de coronación de Carlos III

PI STUDIO

Las nebulosas leyendas que vinculan a las antiguas tribus de la costa ártabra coruñesa con la invasión de Irlanda y Escocia recibieron en los últimos años un espaldarazo científico al conocerse un estudio genético realizado por investigadores de Oxford que revela que los antiguos grupos humanos de las islas británicas y de la costa noroeste de España comparten el mismo tipo de ADN mitocondrial.

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