Ganas de verde en la ciudad: huertas en alquiler en San Pedro de Visma

Isabel Suárez abrió hace seis años el Eco Huerto Urbano, una iniciativa privada de pequeños terrenos en alquiler para plantaciones ecológicas

Isabel Suárez y su pareja tienen cada uno su trabajo con horarios flexibles y hace seis años, como tenían un terreno en San Pedro de Visma, se les ocurrió prepararlo para plantar algunas verduras y, en el camino, pensaron que, ya que era bastante grande, ¿por qué no compartirlo con otras personas que tuviesen sus mismas inquietudes? Así, se lanzaron a crear el Eco Huerto Urbano, en el que los químicos están prohibidos, a pesar de que ni su formación ni su experiencia laboral hubiese estado unida antes a plantar, regar y podar.

“A pesar de que los huertos que había en A Coruña antes no habían tenido éxito, nosotros siempre hemos tenido lista de espera. En este momento hay más oferta en los ayuntamientos, así que, tenemos dos huertos libres, pero normalmente están todos llenos”, explica Suárez, que relata que la tierra de su finca es tan buena que, verano e invierno, recogen frutos. Su iniciativa se adelantó a la pandemia y sus usuarios vieron en este pedacito de suelo una buena manera de salir de casa sin infringir ninguna ley y, para muchos, se convirtió en un refugio al aire libre.

Suárez explica que no hay un perfil de usuario, que a su finca van familias enteras para “enseñarles a los niños de dónde salen las zanahorias”, personas mayores que recuerdan haber plantado sus verduras en el pasado y que tuvieron que dejar de hacerlo, amantes de la comida ecológica... “Hay de todo, hay quienes lo usan para hacer ejercicio al aire libre, en vez de ir al gimnasio, prejubilados de todas las profesiones, porque esto le interesa a mucha gente”, relata Suárez, que comenta que van aprendiendo entre todos y que hay algo que tienen en común casi todos: “a muy poca gente no le ha gustado la experiencia”. Claro que en seis años hubo personas que abandonaron el huerto porque su vida cambió y no podían seguir atendiéndolo, pero muy pocos porque no se acostumbrasen o porque se aburriesen.

“Nos gustaba ya antes, pero ahora que comemos lo que plantamos, nos gusta más”, defiende Suárez la agricultura ecológica.

Ellos proporcionan información a quien se la pide sobre el cuidado de las plantas, aunque Suárez asegura que a todos les gusta “investigar” y compartir consejos, así que, entre todos se ayudan con los pequeños problemas que puedan surgir, por ejemplo, para solventar que se les pongan negros los tomates o que una granizada inesperada se lleve por delante la cosecha. Isabel y su marido fueron pioneros en hacer los huertos de 25 metros y, según recuerda Suárez, hasta el Concello los tomó como modelo en cuestiones como que cada una de las parcelas tuviese su grifo.

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