La policía formará a sus agentes a partir de la próxima semana en el uso de pistolas táser

Los sindicatos del cuerpo reclamaban su utilización para proteger a los funcionarios

Las armas llegaron el pasado octubre

Un especialista en armamento de la Policía Nacional, con una pistola táser en la galería de tiro del centro de Lonzas. |   // CARLOS PARDELLAS

Un especialista en armamento de la Policía Nacional, con una pistola táser en la galería de tiro del centro de Lonzas. | // CARLOS PARDELLAS / José Manuel Gutiérrez

La reclamación realizada por los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía —recogida por este periódico— para que los agentes de A Coruña usasen las pistolas táser, que efectúan una descarga eléctrica a la persona a la que se dispara el proyectil, llegadas a la ciudad en octubre de 2022 ha surtido efecto. Fuentes sindicales confirmaron a este periódico que la próxima semana se pondrán en marcha los cursos con los que se formará a los agentes que realizan las patrullas en las calles con el fin de que aprendan el manejo de estas armas, cuyo objetivo es la inmovilización de las personas cuya actitud agresiva pueda suponer un peligro para los policías o la ciudadanía.

El incremento de los ataques sufridos por los policías nacionales en los últimos meses, entre los que figura el ocurrido el mes pasado en la localidad jienense de Andújar que causó la muerte a un agente cuando mediaba en una pelea, llevó a los sindicatos policiales de A Coruña a exigir la utilización de las pistolas táser llegadas hace varios meses.

Aunque la Jefatura Superior de Policía había anunciado que comenzarían a ser usadas a finales del año pasado, permanecían desde octubre en las instalaciones de Lonzas sin que hasta ahora se hubiera instruido a ningún agente en su manejo. Incidentes como el sucedido hace días en la calle Pérez Cepeda, donde dos policías fueron atacados por un grupo de jóvenes, hicieron que los sindicatos reclamasen el empleo de estas armas, para hacer frente a situaciones violentas en las calles. “Los policías necesitamos urgentemente medios para hacer frente a estas amenaza”, explicó a este periódico el secretario provincial de la Confederación Española de Policía (CEP), Borja Varela, quien añadió que la Dirección General de Policía todavía acaba de convocar el curso para formar a un millar de agentes en toda España sobre el empleo de las táser, y que esta actividad terminará en noviembre.

Marcos Franco, del Sindicato Unificado de Policía, destacó por su parte que para que estas pistolas puedan ser usadas es necesario que las instalaciones policiales dispongan de conexiones informáticas, ya que las armas también graban las actuaciones de los agentes, y consideró que este factor “hace más compleja su puesta en funcionamiento”.

La pistola táser lanza dos sondas que se clavan en el cuerpo y generan una descarga de 50.000 voltios y 1,5 miliamperios durante cinco segundos. Eso paraliza el sistema nervioso del atacante de forma temporal y permite al policía inmovilizarle. El disparo debe realizarse a una distancia máxima de 7,6 metros y a un mínimo de 30 centímetros. La intervención es grabada por una cámara de vídeo instalada en el pecho de los agentes.

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