Miguel Ángel Sánchez, tras las elecciones sindicales: “Los compañeros se han expresado con total libertad”

Los afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL), mayoritario en las concesionarias de recogida de basuras y limpieza viaria de A Coruña ratificaron este jueves, en las elecciones sindicales, la candidatura encabezada por Miguel Ángel Sánchez y Luis Varela, , ambos investigados por presuntos delitos de corrupción, estafa y blanqueo de capitales. Tras conocerse los resultados, el primero, que ostenta el cargo de secretario general, ha emitido un comunicado en el que afirma que los “compañeros se han expresado con total libertad”, “en unos momentos que son clave”. Más del 90% de los afiliados los respaldaron.

“Los trabajadores y trabajadoras nos han enseñado que lo que realmente importa es la unidad y firmeza para seguir adelante en contra de algunos poderes, personas o entes que se enrocan de forma reiterada en anular a esta central sindical, mayoritaria en el sector de la recogida de basuras de A Coruña, intentando suprimirla”, recoge el escrito, que fue remitido a los medios de comunicación.

Más del 90% de afiliados a STL ratifican para el comité de empresa a sus dos cargos imputados

El comunicado también incide que los empleados de la concesionaria han dado su respaldo a STL a través de “su voto libre directo y secreto”, “dando una lección a los que fuera quieren hacer una intervención continúa adulterando a través de diversos métodos la realidad existente en su conjunto global”.

Miguel Ángel Sánchez agradece los apoyos recibidos a su central sindical y advierte de que “este sindicato seguirá en la brecha combatiendo de forma incansable los derechos e intereses de todos los trabajadores en donde tenga o no representación con todos los medios legales que se estimen oportunos para garantizar el cumplimiento de la legislación vigente en materia laboral”.

El secretario general y el presidente del comité de la empresa PreZero, ocupaban el primer y segundo puesto de la única lista presentada a los comicios, ya que el resto de centrales sindicales no lograron recabar el apoyo del número mínimo de miembros, nueve, para articular una candidatura que se perfilase como alternativa.

La Policía Nacional acusa a Sánchez de encabezar una red que, aprovechándose de su papel como sindicato mayoritario en las concesionarias, consiguió controlar la política de personal en estas, exigía “mordidas” a los trabajadores temporales que aspiraban a entrar en la empresa y obtenía contratos para personal auxiliar que gestionaba una empresa de la trama, aunque todos estos hechos son presuntos, ya que no se ha celebrado juicio.