El ecobarrio de Elviña, en A Coruña, la “iniciativa perfecta” para la zona que echan en falta los vecinos

La entidad vecinal plantea una reunión con la Xunta para saber si va a “ir adelante” un plan que consideraban un “puntal” | Los comerciantes creen que podría haberles traído clientes

Vecinos descansan y pasean en la avenida de Salvador de Madariaga de Elviña el mes pasado.

Vecinos descansan y pasean en la avenida de Salvador de Madariaga de Elviña el mes pasado. / Carlos Pardellas

En 2019, el Gobierno gallego anunció un ambicioso proyecto para convertir Elviña en un “ecobarrio” con un programa de inversiones que ya había incluido en su programa electoral la candidata popular a la Alcaldía, Beatriz Mato. La Xunta preveía solicitar más de 35 millones europeos para rehabilitar edificios públicos y privados, crear instalaciones de energía fotovoltaica, poner en marcha una red de calefacción para el distrito o emplear autobuses eléctricos para beneficiar a unos 20.000 vecinos y 6.000 viviendas. Llegó a incluir partidas en sus presupuestos, pero dejó de hacerlo sin poner en marcha el proyecto, y las cuentas de 2024 son las terceras que no cuentan con fondos para este fin. El presidente de la asociación de vecinos Elviña 2 Fases, Leandro García, echa ahora en falta un plan que era una “iniciativa perfecta” para el barrio. “Estoy pensando en pedir una reunión con la Xunta, para ver si esto va adelante o no”, dice.

El proyecto, considera García, sería “un puntal” para los vecinos de Elviña. El ecobarrio y sus inversiones asociadas, cree el líder vecinal, eran especialmente interesantes en lo tocante a la eficiencia energética, un tema crucial en un momento de transición hacia fuentes ecológicas y precios altos. En su propia comunidad de propietarios, explica el presidente de Elviña 2 Fases, acaban de pasar de gasóleo a gas, y “da más gasto”, mientras que “en muchas zonas de la ciudad están buscando alternativas a través de las placas solares”. Un proyecto conjunto para el barrio sobre estas cuestiones, por tanto, sería “una idea muy buena, porque se ahorra dinero” y permite “mejorar”.

Además, el líder vecinal considera que sería positivo comenzar por Elviña, que es “un barrio verde”, debido a los parques y árboles de la zona, pero al tiempo convertirlo en un proyecto piloto “para que en un futuro toda la ciudad fuera una ecociudad”. García defiende que “en su momento se había informado de todo al 100%” y señala que, aunque su sentimiento “no es de decepción”, sí admite que el proyecto era “muy jugoso” y cree que “es sorprendente lo que ha sucedido” con él.

La Xunta no llegó a hacer un desglose detallado de cuáles serían sus inversiones, ni de los límites, aunque Beatriz Mato propuso que integrase el Barrio de las Flores y el Plan Director de rehabilitación de esta zona proponía integrarla en el ecobarrio. Este diario intentó conseguir valoraciones de la plataforma vecinal del distrito, sin éxito.

Sí que habló este lunes sobre el plan la alcaldesa, Inés Rey, que se refirió irónicamente a él como “el magnífico proyecto que presentó Feijóo [por el expresidente de la Xunta] para hacer un barrio más sostenible”. Según señaló, estuvo en las cuentas con una partida de 910.000 euros en 2021, muy inferior a la inversión total anunciada, y “ahora desaparecen”. “Este es el interés que pone la Xunta en A Coruña, en los coruñeses, un desprecio absoluto”, afirma.

“No sabemos de qué va”

El presidente de la asociación de comerciantes Boulevard Elviña, Abel Caballero, cree que “cualquier tipo de inversión es positiva”, pero indica que desde su asociación “intentamos en su momento enterarnos” de los contenidos del proyecto, sin éxito. “No sabemos de qué va, nadie se puso en contacto con nosotros, no tenemos información de por qué eligen Elviña”, explica Caballero, que añade que “queríamos colaborar, aportar” y que en este tipo de proyectos “es importantísimo que haya coparticipación”.

Pese a desconocer los detalles, las líneas generales, indica Caballero, apuntaban a que “al comercio de la zona le iba a venir muy bien” el paso de “un barrio dormitorio a un barrio ecológico”, lo que podría ser “su atractivo, su diferencia, para que el público de otras zonas se acerque”. La marca de ecobarrio podría espolear a que el comercio de proximidad, “que ya es más ecológico”, apostase por productos verdes en los escaparates de la zona, o que las cafeterías “se conviertan en más respetuosas con el medio ambiente”. “Lo que me parece feo”, finaliza el presidente de los comerciantes del distrito, “es que alguien anuncie algo, saque rendimiento político, y luego no se haga nada. Se ha paralizado o han mentido”.

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