Suben los robos con violencia y en locales y los delitos de drogas en A Coruña y caen hurtos y ciberestafas

La criminalidad hasta el tercer trimestre desciende un 6%, de nuevo por debajo de la media nacional, que aumenta un 5%

Crecen levemente los delitos sexuales y bajan robos en pisos

Una patrulla del 091 en una calle del centro de A Coruña.

Una patrulla del 091 en una calle del centro de A Coruña. / Víctor Echave

Más robos con violencia y en locales y menos asaltos en domicilios. Más delitos relacionados con las drogas y menos hurtos. Esta es la tendencia delictiva en A Coruña al final del tercer trimestre de 2023, un periodo al que se llega también con caídas de la cibercriminalidad y de los robos en coches y un leve aumento de los delitos sexuales en comparación con los primeros nueve meses del año anterior. El conjunto de las infracciones penales cometidas en la ciudad entre enero y septiembre experimenta una caída interanual del 6,6% (9.146 delitos frente a 9.794, con un porcentaje, de nuevo, inferior a la media nacional, que sube un 5%), según recoge el balance de criminalidad del tercer trimestre publicado por el Ministerio del Interior.

En los tres informes trimestrales de 2023 se han registrado sendos descensos en la actividad delictiva de la ciudad, el último más moderado que hasta junio, cuando había caído un 13% (un 12,6% hasta marzo) respecto al mismo periodo de 2022. El hecho de que en estos tres trimestres se mantengan al alza los robos con fuerza en establecimientos y con violencia y el tráfico de drogas confirma la vinculación estrecha entre estos delitos que en los últimos meses han resaltado los sindicatos de la Policía Nacional: el auge del consumo de la heroína y otras sustancias ha motivado el incremento de robos y hurtos por parte de sus consumidores, que necesitan dinero rápido obtenido con los objetos sustraídos para la adquisición de la droga.

Los asaltos en locales y otras instalaciones han crecido un 7,1% (363 casos hasta septiembre) y los robos con violencia e intimidación sobre las personas, un 9,4% (210). Los robos con fuerza en domicilios, por el contrario, caen casi un 26%. El consumo de drogas que explica el aumento de estos delitos sube un 23,5% hasta el tercer trimestre, con 42 casos frente a los 34 de hace un año. Los hurtos, muchos de ellos al descuido por parte de personas acostumbrados a cometerlos especialmente entre multitudes o en zonas de ocio nocturno, caen ligeramente, un 1,3%, aunque son uno de los delitos más numerosos (3.310 entre los meses de enero y septiembre).

El último balance recoge además que los delitos contra la libertad sexual aumentan un 4,4%, con 10 casos de agresión sexual en lo que va de año, mientras que las estafas informáticas tienen una caída del 27,3% y los robos en el interior de coches bajan un 9,1%.

Sindicatos policiales consultados por este diario admiten que las tendencias delictivas “son complejas de analizar” y están determinadas por situaciones o circunstancias “relativas”. Resaltan el trabajo policial en un contexto de escasez de plantilla. “En los últimos meses trabajamos para desarticular puntos de venta de estupefacientes, por eso hay un repunte estadístico en esos delitos. Como hemos dicho, el aumento en el consumo trae aparejado otros delitos como robos con violencia y con fuerza”, resume Borja Varela, secretario provincial del CEP. El portavoz del SUP, Marcos Franco, destaca que con una plantilla “bajo mínimos” en el 091 tiene “mucho mérito” la reducción de delitos, y apunta que la caída de algunos, como los hurtos, puede deberse a que cuando quienes los cometen se van de la ciudad o entran una temporada en prisión, “se nota mucho la caída”.

Otra fuente policial consultada demanda “medios modernos y formación” además de la “actualización del plan de seguridad ciudadana”, y apunta que A Coruña es la urbe gallega con más delitos —Vigo contabiliza 9.038 hasta septiembre de este año—, con un aumento “de los que más afectan a los ciudadanos de a pie y que implican violencia hacia las víctimas y daños a comerciantes y propietarios de negocios”, así como de “los que generan mayor inseguridad en la ciudadanía, como el tráfico de drogas en viviendas ocupadas y en barrios de la ciudad”.

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