Así funciona una pistola taser como la usada por la policía en A Coruña

Una descarga eléctrica de 50.000 voltios y 1,5 miliamperios durante cinco segundos. Ese es el efecto que causa el disparo de una pistola taser, que paraliza el sistema nervioso de una persona de forma momentánea, aunque para conseguirlo debe realizarse a un máximo de 7,6 metros y a un mínima de 30 centímetros. Este arma lanza una aguja que se clava en el cuerpo humano y que está unida a la pistola por un cable que transmite la electricidad.

Pero la potencia de este arma está ajustada a las características físicas de una persona media, de forma que si es muy corpulenta, como era el caso del fallecido en Agrela, no le llega a inmovilizar. Si además tiene que atravesar unas ropas muy gruesas, la aguja no llega a contactar con el cuerpo.

El Cuerpo Nacional de Policía de A Coruña empezó a utilizar las taser en agosto, aunque había llegado a la ciudad en octubre de 2022. La tardanza en ponerlas a disposición de los agentes para protegerse en sus intervenciones motivó las protestas de los sindicatos policiales, que finalmente fueron formados para su uso durante el pasado verano.

Los agentes de la Policía Nacional ya patrullan con pistolas táser en A Coruña

Los policías están obligados a advertir siempre de que van a usar estas pistolas, que antes de ser disparadas generan un ruido intimidatorio. La sonda que lanzan tan solo produce una herida leve, aunque deben evitarse disparar a la cabeza, cuello y genitales para impedir daños mayores, así como la espalda porque en esa zona se concentran numerosos músculos.

Una cámara de vídeo colocada en el pecho de los agentes graba todas sus intervenciones con este arma, lo que permite comprobar que se llevan a cabo dentro de la legalidad. Incidentes como el ocurrido en junio de 2022 en la calle Pérez Cepeda, en el que varios jóvenes rodearon y atacaron a dos policías, reactivaron la demanda de la disponibilidad de las taser en A Coruña.