El Puerto de A Coruña analiza el estado de sus muelles más dañados: Calvo Sotelo, Palloza y Centenario

Un informe elaborado por el Puerto acerca de los daños de las infraestructuras portuarias ha establecido que tres de los muelles interiores, Calvo Sotelo, Palloza y Centenario Norte, quedan por debajo de una nota de corte mínima que indica que necesitan un estudio especial. Para analizar cómo afrontar su conservación, la Autoridad Portuaria ha sacado a concurso un contrato para estudiar en detalle los muelles y el nivel de desgaste del material que los conforma, así como proponer las obras que se deben realizar para “reforzar y/o reparar” los amarraderos.

La empresa que se lleve el contrato, que sale a concurso por 174.000 euros, deberá realizar un análisis topográfico de los muelles y varias pruebas, como sondeos del suelo para extraer muestras a intervalos establecidos con la asistencia de un geógrafo. También se recogerán testigos del hormigón, y estas muestras se someterán después a ensayos para determinar la situación del material. Por ejemplo, los trozos de hormigón se analizarán con pruebas químicas y rayos X y también se analizará su resistencia al verse sometidos a presión.

Con el resultado de estas pruebas, la empresa deberá redactar un análisis del estado de la estructura de los amarraderos, que incluirá exámenes a “todos los elementos que conforman los muelles, banquetas de cimentación, cajones y/o bloques y superestructura”.

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En las condiciones del concurso, el Puerto indica que la adjudicataria debe tener en cuenta los “usos actuales o futuros” de los muelles. Calvo Sotelo está desafectado, esto es, ya no tiene uso portuario (actualmente está abierto al paseo de los ciudadanos), pero se indica que recibe “cruceros”. El muelle de Palloza es “multipropósito” y acoge a empresas pesqueras y de servicios. No se mencionan los usos del muelle Centenario, pero el Puerto lo clasifica como dedicado a mercancía general y graneles sólidos.

La concesionaria clasificará los elementos en varias categorías, y señalará cuáles tienen “algún tipo de patología” que debe ser corregida, así como aquellos que, por cambio de uso, precisan refuerzos. También identificará los que “cambien su forma de trabajo” por una modificación en el uso del muelle, y, finalmente, enumerará los que “no necesiten ningún tipo de actuación”.

Finalmente, la empresa debe elaborar un análisis de “la viabilidad de la reparación de los muelles y su eventual refuerzo para adaptarlos a las nuevas necesidades”. Es decir, deberá presentar varias alternativas para repararlos, teniendo en cuenta aspectos como el presupuesto y el impacto de la obra en la actividad portuaria. El plazo de ejecución del contrato es de seis meses.

Otras reparaciones

Esta iniciativa se une a varias inversiones del año pasado para reparar o mejorar las infraestructuras de la Autoridad Portuaria. La entidad adjudicó, por 1,34 millones de euros contando el IVA, un contrato para rehabilitar los pantalanes 1 y 2 del muelle Petrolero, construidos en 1963 y 1965 y que, de acuerdo con un informe de evaluación, estaban en “mal estado”, con un deterioro “notable” de las defensas.

En conjunto, los pantalanes presentaban daños que “indican claramente que la vida útil de la estructura en la actualidad está agotada”. La obra, que tiene un plazo de ejecución de año y medio, pretende garantizarles otros diez años de vida útil “tras la reparación”, cambiando el recubrimiento actual y realizando refuerzos.

En septiembre, y por un valor similar, el Puerto contrató un proyecto para instalar bolardos y nuevas defensas en el muelle de Trasatlánticos, y otro por unos 113.000 euros para fabricar, suministrar, reparar y colocar defensas en el muelle Centenario Oeste y la prolongación del muelle del Este.

El Puerto también adjudicó en febrero, por algo menos de 220.000 euros, la colocación de nuevos escudos en el pantalán 4 de los muelles, y en marzo contrató por unos 190.000 “actuaciones urgentes” para restaurar la operatividad del pantalán 1 del Petrolero.

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