El Puerto licita la rehabilitación del muelle Petrolero para darle 10 años más de “vida útil”

La Autoridad Portuaria ha sacado a concurso por unos 1,75 millones de euros (2,1 millones contando el IVA) los trabajos de rehabilitación de los pantalanes 1 y 2 del muelle Petrolero, uno de los amarraderos interiores, próximos a la ciudad, que mantendrán la actividad durante los próximos años antes de que el tráfico se desplace a punta Langosteira. Los pantalanes, separados entre sí unos 155 metros, fueron construidos en 1963 y 1965,y los daños encontrados “indican claramente que la vida útil de la estructura en la actualidad está agotada”. La obra pretende garantizarles otros diez años útiles “tras la reparación”. Esto es, a partir de, al menos, 2024, ya que el concurso todavía tiene que resolverse, así como las posibles alegaciones de las empresas que concurran, y las obras tienen un plazo máximo de ejecución de 18 meses.

De acuerdo con un informe que evalúa el estado de la infraestructura, y que forma parte de la documentación para la contratación, el estado de ambos es “muy similar” y los dos se encuentran “en mal estado”. Existen informes que señalan sus patologías desde al menos 2019.

Las pilas de los embarcaderos, es decir, las piezas prefabricadas de hormigón que forman la estructura, se encuentran en un estado de conservación “aceptable”. Pero el cantil, la pieza que forma el remate del muelle y en la que se encuentran las defensas y bolardos, “presenta daños” y el estado de conservación de los tableros es “muy malo”.

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La situación de los bolardos está a un nivel “aceptable”, pero “el deterioro de las defensas es notable”. La memoria del concurso señala diferentes deficiencias, entre ellas fisuras y roturas, desconchados en el hormigón, zonas en las que se ha perdido el recubrimiento y manchas de óxido.

La obra mantendrá, por tanto, la operatividad del muelle Petrolero durante los que probablemente sean los últimos años de su vida portuaria. Al igual que en el caso de los muelles de Batería, Calvo Sotelo y San Diego, todos ellos interiores de la ciudad, está previsto que la actividad se traslade al puerto exterior de punta Langosteira. Pero, mientras que los dos primeros, de menor tamaño, ya están desafectados y se han abierto al público, esto es, ya no tienen uso portuario, Petrolero y San Diego mantienen sus concesiones hasta 2027.

Elementos anticorrosión

Las obras de rehabilitación incluirán la eliminación del recubrimiento actual, que se sustituirá por mortero de nueva ejecución en las zonas en las que había desprendimientos, corrosiones y óxido. Las armaduras de los pantalanes que están corroídas se sustituirán, se inyectará material para llenar las fisuras y se incluirán refuerzos de laminado de fibra de carbono. En las partes más dañadas la Autoridad Portuaria plantea usar unos elementos denominados ánodos de sacrificio pasivos, que incluyen pastillas de zinc y buscar evitar la futura corrosión de las vigas. Esta, señala el Puerto, es “la medida más eficiente para asegurar la durabilidad de la estructura por el tiempo de vida útil de diez años”.

Luego la infraestructura se pintará con un material especial que protege al hormigón de elementos como los cloruros o el dióxido de carbono. Las obras se podrán realizar empleando pontonas (un tipo de plataforma acuática), pantalanes flotantes “u otro sistema que proponga el licitador”.

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