El juzgado recibe cuatro ofertas para comprar los murales de Lugrís de la calle Olmos

La primera, que abrió el proceso, es de la empresa que también presentó una propuesta para comprar los edificios

La Xunta quiere adquirirlos para restaurarlos y llevarlos a Belas Artes

Uno de los murales de Lugrís en la calle Olmos

Uno de los murales de Lugrís en la calle Olmos / LOC

El juzgado de lo Mercantil número 3 de A Coruña ha recibido cuatro ofertas para comprar los murales de Urbano Lugrís que se encuentran en el bajo de la calle Olmos, en dos edificios muy deteriorados.

El proceso de compra de las doce obras creadas en 1951 y que decoraban las paredes del antiguo restaurante Fornos forma parte del proceso concursal de Alameda de Órdenes S.L., propietario del edificio y que en el pasado mes de mayo entró en concurso de acreedores. Una empresa presentó una oferta para la compra de los dos edificios, que todavía no está autorizada, y propuso también pagar 30.000 euros por los frescos.

Así, se abrió un proceso para los interesados en mejorar esta oferta. La Xunta propuso pagar 35.000 euros por los frescos para poder, a continuación, restaurarlos y llevarlos al Museo de Belas Artes, donde quiere exponerlos. Sin embargo, el juzgado recibió otras dos ofertas, aunque se desconoce su origen.

El auto del juzgado sobre estas ofertas —el plazo ya ha concluido— se enviará ahora a la administración concursal, que valoró las piezas en 250.000 euros, para emitir un informe que remitirá al juzgado, que es el que decidirá finalmente quien será el nuevo propietario de los murales del pintor coruñés. Según el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, al ser un bien mueble, lo normal es que se adjudique a la mejor oferta económica, aunque avisa de que puede haber circunstancias dentro del proceso de venta que modifiquen ese criterio.

Un BIC a la espera de serlo

Hace meses que la asociación O Mural y el colectivo In nave civitas piden declarar Bien de Interés Cultural (BIC) estos frescos, que ya tienen protección porque el edificio está catalogado en el plan de urbanismo e incluido en el área regulada por un plan especial de la Ciudad Vieja de A Coruña. La alcaldesa, Inés Rey, celebró hace unos días que el Gobierno autonómico quiera comprar los murales, pero insistió en que “la mejor opción” es declararlos BIC, lo que reforzaría su protección. Fuentes de la Xunta señalaron que siguen a la espera de que el Concello les envíe la documentación que prometió para poder evaluarla y decidir si iniciar o no el procedimiento.

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