Entrevista | Jordi Moltó Guionista que participa en el EMHU el 30 de abril

“Los abuelos pueden ser más virales que el propio Ibai Llanos”

“Los protagonistas de mis vídeos son un estímulo para quienes creen que no tienen nada que hacer después de la jubilación”

Jordi Moltó.

Jordi Moltó. / CARLOS LÓPEZ ÁLVAREZ

En África, cuando una persona anciana muere, una biblioteca arde. Esta frase del escritor y etmólogo malí Amadou Hampâté Bâ es el punto de partida de la conferencia Lo que me han ensañado los mayores, que ofrecerá Jordi Moltó, guionista en El Hormiguero y autor de los vídeos del espacio Experiencias Reales, el próximo 30 de abril en el Teatro Colón dentro de la programación del Encuentro Mundial de Humorismo (EMHU) 2024. Las invitaciones para asistir al evento estarán disponibles este lunes a partir de las 12.00 horas en la web de Ataquilla y en los centros cívicos de la ciudad.

¿Con qué se va a encontrar la gente que asista a su espectáculo en el EMHU?

Es una especie de autobiografía narrada con la experiencia que he podido aprender al lado de la gente mayor, que es uno de mis fetiches.

¿De dónde surge ese fetichismo?

Siempre me han hecho mucha gracia, porque los abuelos son únicos. Todo aquello que tiene el abuelo, por el hecho de ser abuelo, tiene una pátina de hiperrealidad. Si a esa realidad le juntas comedia surge algo muy divertido y muy emotivo a la vez. Siempre me han dado mucho juego, a parte de un bagaje cultural con películas de Berlanga, Fellini y aquella especie de dioses de mi infancia que me han acompañado y que tenían también ese fetiche por la gente mayor.

Y son también una fuente de sabiduría.

Te dan esas píldoras de verdad y esos pellizcos en aquellas historias que te cuentan. Hay que preservar todo ese poso de sabiduría y cuidarlo. A los abuelos les debemos todo lo que hemos conseguido, que han construido gracias a su esfuerzo. Y son precisamente las personas que están apartadas por la sociedad, que viven en soledad y a los que hay que atender como se merece.

Resulta inevitable pensar en lo sucedido con las residencias durante la pandemia del COVID.

Sí, pero es una cosa que viene de antaño. Por más que nos parezca que el COVID ha puesto en solfa una realidad que parecía que es de estos tiempos, es algo que se viene cargando con ello desde años. Todos deberíamos hacer un poco de auto reflexión sobre el trato que les estamos dando.

¿Se les tiene más abandonados ahora que antes?

Los tiempos han cambiado. Las redes sociales y la telefonía móvil, ese estar en otra realidad, debe tener su influencia. Después de grabar tantas veces en residencias con abuelos que han protagonizado mis vídeos, siempre me dicen que van sus nietos pero que da igual, porque están enganchados a la máquina.

¿Qué es lo que busca transmitir con sus vídeos?

Que se puede ser mayor y vivir una vida plena. La edad es un estado mental. Si gozas de buena salud y tienes la curiosidad, que es el acicate para que todo se mueva, puedes tener una vida muy feliz y plena. Trato de hablar de los superabuelos, que son los que están constantemente haciendo cosas. Los abuelos protagonistas de mis vídeos son un estímulo para aquellos otros que creen que no tienen nada que hacer después de la jubilación.

Lleva desde muy joven trabajando con gente mayor. ¿Cómo fueron sus inicios?

Yo empecé en la radio. La voz cavernosa de un abuelo me empujó a salir de la sala de edición donde estaba editando unos audios y le propuse que le prestara a mis montajes esa voz tan graciosa que tenía. Me contó su vida tan fascinante y empecé a grabarla por fascículos que emití en el programa de radio en el que trabajaba. Aquí nació esa creciente colaboración con gente de la tercera edad, que he seguido arrastrando desde la época de Crónicas Marcianas hasta El Hormiguero.

Recientemente algunos de sus experimentos del programa han levantado una polémica. ¿Cree que está justificada?

He tocado temas bastante límites porque creo que hay que meterse en algo especial. A veces para no repetirse hay que hacer cosas que pueden ser controvertidas. Hace poco hice uno con éxito viral pero que fue controvertido, con la inteligencia artificial. Reuní a un grupo de familiares que habían perdido un ser querido y hablaban de nuevo con ellos a través de la inteligencia artificial. Mucha gente se opuso pero mucha otra lo celebró. Quise homenajear a aquel abuelo que estoy convencido que le hubiera gustado ver este experimento.

Sus vídeos tienen mucho éxito en las redes sociales, con un formato poco asiduo en televisión. ¿Se le pone barrera a la edad en la pantalla?

Cuando empecé a trabajar con abuelos la productora delegada de un importante grupo de comunicación me dijo que los abuelos no podían salir en la televisión, que generaban rechazo.

¿Qué le diría ahora a esa persona?

Le diría no solo que esta sección lleva con éxito emitiéndose desde hace nueve años en El Hormiguero, sino que además los vídeos que he hecho con abuelos algunos han alcanzado los 500 millones de visualizaciones. Los abuelos pueden ser más virales que el propio Ibai Llanos. Hay que reivindicar a los mayores en un momento en el que el edadismo está más de moda que nunca, esa manía de que a partir de los 45 o 50 ya empiezas a dejar de valer. El edadismo se puede ver como un superpoder, porque esa persona tiene una importante fuente de conocimientos y va a aportar mucho talento y bagaje.