La explicación de que los coruñeses estén a la cabeza de las ciudades gallegas en ingresos por dividendos y alquileres: no es el "efecto Inditex"

El 4,2% de lo que ganan los vecinos proviene de esta fuente, el doble que en Vigo | Entre los motivos se encuentra el elevado peso de los residentes vinculados al sector financiero y con alto poder adquisitivo

Calle Juan Flórez, una de las zonas con mayores ingresos medios de la ciudad. |   //

Calle Juan Flórez, una de las zonas con mayores ingresos medios de la ciudad. | // / VÍCTOR ECHAVE

Al igual que en el resto de ciudades gallegas, la mayoría de las ganancias de los coruñeses provienen del trabajo, por cuenta propia o ajena. Pero la ciudad destaca, de acuerdo con el Instituto Galego de Estatística (IGE), en “rentas y otros ingresos”, que incluye los derivados de inversiones: los alquileres y los dividendos, es decir, los beneficios que reparten las empresas entre sus propietarios. En 2022, el último año con datos, el 4,2% de lo que ganaron los vecinos provino de estas fuentes, el porcentaje más elevado de las siete urbes de la comunidad y más del doble que en Vigo. Para el economista y profesor de la Universidade da Coruña (UDC) Fernando Pedro Bruna, esto posiblemente tiene que ver con el tipo de actividades que tienen más peso en A Coruña, como el sector financiero, ligadas a perfiles con alto poder adquisitivo y que invierten.

“La primera hipótesis sería pensar que es el efecto Inditex o de otras grandes empresas”, indica Bruna, pues los beneficios que se reparten de estas se incluyen en el apartado en el que destaca A Coruña. Pero el economista señala que no sabe si los grandes accionistas de las grandes empresas de la ciudad tienen su residencia en A Coruña a efectos fiscales, ni si cobran los dividendos a título personal, con lo que entrarían dentro de su declaración de IRPF y en las estadísticas del IGE.

Esto es así porque, si se limitasen a cobrar los beneficios a título personal y declararlos, “pagarían muchos impuestos anualmente, por lo que posiblemente tengan algún vehículo intermedio”. Es decir, una sociedad o fondo que sean dueños de las acciones y que sea el que pague los impuestos de manera más beneficiosa para su propietario que si lo declarara él. De esta forma “esto no se traduciría en las cifras que vemos”, indica el economista.

Su interpretación es que la cifra no refleja el peso de unas pocas grandes fortunas, sino de otras personas más numerosas y de poder adquisitivo más alto que la media cuya presencia es más frecuente en A Coruña que en otras ciudades. “A mayor peso de las rentas altas” en un municipio, explica, tiende a haber menor proporción de ingresos del trabajo. Bruna pone como ejemplo una persona que “fue un alto ejecutivo o tuvo una gran empresa, y durante su vida invirtió en varios pisos y cobra algunas rentas de alquileres, y también cobra dividendos de acciones”.

Esto se puede observar, de manera indirecta, analizando cómo se estructura la economía coruñesa, ya que “las personas que más pueden cobrar rentas periódicas son las que participan en sectores propicios para eso”, explica. Un indicador “puede ser el peso del sector financiero: A Coruña destaca en eso”. De acuerdo con datos de Bruna y en base a las informaciones del propio IGE, los servicios “de información, financieros, inmobiliarios y personales” suponen un 36,5% del valor añadido bruto en A Coruña, un porcentaje que es superior al de cualquier otra ciudad gallega.

Un perfil que sube las rentas es el de personas que son “propietarias de varias casas”, y en la economía de la ciudad tiene un peso destacado la construcción, si bien esto sería, en todo caso, un “indicador indirecto”. “Y no esperamos, al menos en Galicia, que la gente relacionada con el sector primario cobre muchas rentas”, y estos trabajadores son especialmente escasos en A Coruña, recuerda el profesor de la UDC.

De las ciudades gallegas, Lugo es la que más se aproxima a A Coruña en cuanto al peso de las rentas, que suponen el 3,3% de las ganancias de sus vecinos. En Santiago de Compostela es otro 3,1%, mientras que en Ourense se desciende hasta el 2,8% y en Ferrol al 2,6%. Los porcentajes más bajos se dan en Pontevedra, con el 2,4% en la capital provincial y algo menos del 2,1% en Vigo, menos de la mitad que el dato coruñés.

Aproximadamente el 57,4% de los ingresos de los vecinos de A Coruña provienen del trabajo por cuenta ajena, un dato dos puntos superior al promedio de los grandes municipios de la comunidad. Los ingresos por el trabajo por cuenta propia suman un 8,9%, en este caso medio punto por encima de la media. La ciudad sí que está por debajo de la media gallega en el cobro de prestaciones, en las que se incluyen las pensiones de jubilación y discapacidad, el subsidio por desempleo y otras ayudas. Apenas el 29,5% de los ingresos de los vecinos provienen de esta vía, mientras que el promedio en las principales urbes es de un tercio. Tan solo Santiago tiene un dato inferior al coruñés, con un 23,3%.

Cae la dependencia del Estado

Algo más de 26.000 hogares coruñeses, casi el 24% del total, solo tienen ingresos procedentes de prestaciones, pero la dependencia de las transferencias del Estado ha disminuido tras el pico que supuso el coronavirus. En 2020, cerca del 43% de los hogares coruñeses tuvieron más de la mitad de sus ingresos de prestaciones, el dato más alto desde que el Instituto Galego de Estatística empezó a ofrecer datos en 2007. La cifra ha bajado hasta el 35,8% en 2022, el último ejercicio para el que hay información.

Lo mismo ha ocurrido con los hogares en los que más del 75% de las ganancias vienen de las transferencias de las administraciones, que han pasado de rozar el 34% el año de la pandemia a algo menos del 29%. En cuanto a las familias que solo tienen ingresos por prestaciones, en 2020 llegaron a representar el 27,5% de los hogares de la ciudad, es decir, tres puntos y medio por encima de la última cifra del IGE.

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