Bartolomé Tintín Márquez (Barcelona, 7-1-62) ha colmado una de sus aspiraciones personales, ya que es el nuevo entrenador del Espanyol, el club de su infancia donde se formó como jugador y como técnico.

Márquez defendió la camiseta blanquiazul seis temporadas (1982-88) y finalizó su carrera como jugador en el Figueres (1988-94). Apodado Tintín por su parecido con el protagonista de los cómics de Hergé, destacó por ser un jugador muy técnico.

Debutó en Primera División ante el Racing de Santander, aunque sólo disputó unos minutos. Su mejor temporada fue la de 1985-86 en la que jugó 32 partidos y marcó diez goles.

Su primer año con Javier Clemente también fue bueno, aunque unas desavenencias acabaron con su salida del club. La trayectoria profesional de Márquez como entrenador se inicia en el Europa, equipo con el que fue campeón de la Copa Cataluña en 1998 tras derrotar en la final al Barça. Su papel en el conjunto barcelonés le permitió ingresar en el organigrama españolista. Márquez comenzó dirigiendo al cadete A y fue superando etapas hasta llegar al filial. El entrenador barcelonés logró la Copa del Rey de juveniles en 2001, la primera en la historia del club catalán. Márquez es un amante del fútbol ofensivo y acostumbraba a optar por una línea de cuatro defensas apoyada por un pivote defensivo y dos más ofensivos y con tres jugadores en punta, aunque en su etapa a cargo del filial en ocasiones optó por reforzar el centro del campo.

Las últimas cuatro temporadas ha ocupado el banquillo del primer equipo, aunque en un segundo plano. Primero, fue el ayudante de Miguel Ángel Lotina y luego desempeñó la misma labor con Ernesto Valverde.

Este tiempo le ha venido muy bien para acabar de formarse. Excelso conocedor de la casa, Márquez ha compartido vestuario en las categorías inferiores con muchos de los jugadores de la primera plantilla: Dani Jarque, Moisés Hurtado, Javi Chica, Ferran Corominas o Jonathan Soriano.

Su conocimiento del fútbol base es una garantía. Aunque se ha sentido muy cómodo con su papel de segundo, nunca ha negado públicamente que uno de sus sueños era convertirse en entrenador del primer equipo. Eso sí, quemando las etapas pertinentes sin prisa y sin ansiedad. Ahora le ha llegado la gran oportunidad.