Alistair Brownlee, actual campeón del mundo y que regresaba a la competición después de tres meses parado a causa de una lesión, se exhibió al ganar la tercera prueba del Mundial de triatlón, disputada en Madrid, en la que el español Javi Gómez Noya fue cuarto.

El inglés, de 22 años, sufrió a principios de año una fractura femoral por estrés, pero regresó a lo grande en la capital española. El británico cubrió el recorrido, de 1.500 metros a nado en el lago de la Casa de Campo, cuarenta kilómetros en bicicleta y otros diez de carrera a pie, en un tiempo de una hora, 52 minutos y 41 segundos.

Ganó por delante del australiano Courtney Atkinson y del suizo Sven Riederer, que le acompañaron en un podio al que no subió por poco Gómez Noya, que, también recién recuperado de otra lesión, disputaba ayer su segunda prueba del Mundial, después de la de Seúl y consideró "justo" el puesto logrado.

El ruso Dmtry Polyanski, que concluyó la prueba en octava posición, nadó el mil quinientos en un tiempo de 17 minutos y 55 segundos y afrontó en cabeza la primera transición, por delante del francés David Hauss y de Atkinson.

El alemán Jan Frodeno, campeón olímpico en Pekín, se quedó inicialmente cortado, en un segundo grupo, que enlazó tras la segunda de las ocho vueltas del circuito ciclista con el conjunto cabecero, que lideraban Brownlee y su hermano menor, Jonathan.

En el penúltimo giro se escaparon el estadounidense Matt Chrabot, el belga Peter Croes y el australiano Jamie Huggett por delante de un grupo de ocho en el que viajaban, entre otros, Gómez Noya, Alistair Brownlee, el alemán Steffen Justus, Riederer y Atkinson.

Pasaron a diez segundos del trío tras la séptima vuelta y les atraparon en la última subida a la cuesta del Telégrafo, que, con una pendiente del doce por ciento, se erige en habitual factor de endurecimiento de la prueba.

El grupo puntero se jugó el triunfo en la carrera a pie, otros cuatro giros de 2,5 kilómetros. Brownlee, que parecía no resentirse para nada de sus dolencias, y Atkinson tomaron la iniciativa a las primeras de cambio, con un ritmo envidiable. Por detrás, Noya y Riederer formaban dúo perseguidor.

El resto comenzaba a descolgarse y Frodeno, que hizo la transición con el segundo grupo, apelaba a la épica con una remontada que le acabó colocando en el sexto puesto final, por detrás de su paisano Steffen Justus, que fue quinto.

Brownlee y Atkinson aumentaron su ventaja y tras los primeros cinco kilómetros de carrera lideraban con 18 segundos con respecto a Riederer y Noya, que empezó a perder la pugna con el suizo, y, con ello, la opción a podio, en la penúltima vuelta.

A sabiendas de la mejor punta de velocidad del australiano, Brownlee atacó desde lejos y entró triunfal en meta, firmando otra exhibición similar a las del año pasado. El inglés, cada vez más popular en su país, que le empieza a reconocer como firme candidato al oro en sus Juegos de Londres, declaró que la victoria es la mejor de su carrera.

El gallego Iván Raña, de regreso al triatlón tras un año en el ciclismo profesional y que llegó a Madrid undécimo en la general, no tuvo ayer su mejor día -lo comparó al de los Juegos de Atenas 2004, en los que partía como favorito y acabó el 23- y concluyó en el puesto vigésimo quinto.