El Deportivo tiene hasta esta medianoche para llegar a un acuerdo con Sergio González Soriano sobre la forma de pago del finiquito del catalán, que mantiene firme su reclamación ante la Asociación de Futbolistas Españoles exigiendo las cantidades que el club coruñés le adeuda. La discrepancia entre los abogados del Dépor y los del jugador está en la forma de pago. En lo que hay total coincidencia es en la cuantía del finiquito, que ronda los 2,5 millones de euros. El nuevo mediocentro del Levante está dispuesto a facilitar el desembolso, accediendo a que sea satisfecho en varios plazos, pero exige pagarés avalados, mientras que el club le ofrece la misma fórmula que ha utilizado siempre: pagarés sin avalar.

El asunto está en manos de la Comisión Mixta AFE-LFP y, en caso de que el acuerdo no se produzca, el Dépor corre el riesgo de sufrir un descenso automático de categoría por impago. Su presidente, Augusto César Lendoiro, descartó hace ocho días la posibilidad de que ese castigo finalmente se produzca. "Estamos trabajando para llegar a un acuerdo. Es un tema importante, pero que nadie se preocupe. Si no, no estaríamos tan tranquilos", zanjaba entonces el máximo dirigente blanquiazul.

El pasado viernes la asesoría jurídica del Deportivo volvió a contactar con los abogados del futbolista, aunque no hubo avances definitivos en la negociación, que sigue abierta cuando sólo faltan unas horas para que finalice el plazo que tiene el club para llegar a un entendimiento con Sergio y que éste retire su reclamación. Su padre y agente, Avelino González, señalaba ayer que "las posturas siguen igual". "Siempre hemos luchado por llegar a un acuerdo y para nosotros sería importantísimo acabar bien nuestra relación con el Deportivo", explicó el intermediario.