Desde la Patagonia hasta el Himalaya no hay pared que se le resista a Juan Goyanes. Este aventurero coruñés compagina su vida en Huesca y Galicia con expediciones a los lugares más recónditos del mundo en donde poder disfrutar de su pasión: la montaña. Esto lo ha llevado a ser uno de los más reconocidos escaladores españoles en las distintas modalidades (deportiva, en bloque, en hielo y mixta), ser el segundo deportista nacional que alcanza el grado M10 y también uno de los mejores especialistas en abrir vías, es decir, subir por donde nadie antes lo había hecho. Un Cristóbal Colón moderno.

"Me gusta mucho abrir nuevas vías. Es crear nuevos itinerarios, pasar por donde nadie había subido nunca. Por Galicia he abierto muchas, incluso por aquí cerca de A Coruña, en Ferrol... pero también por la cordillera cantábrica, por los Pirineos... El espíritu innovador es lo que me lleva a ello. Es increíble. Por ejemplo, este año descubrí una pared nueva en el Himalaya indio, una zona por el que fui el primero en pasar", explica.

Extraña, sin embargo, que en una tierra de mar, a un niño le diera por fijarse en la montaña. "Empecé en el colegio, a los once años, porque organizaban salidas a la montaña para hacer senderismo, paseos... Después algún profesor nos puso unas proyecciones de los Picos de Europa, me encantaron y quise ir a conocerlos, hacer rutas por allí y también por los Lagos de Covadonga. Mi hermano mayor también venía conmigo y eso me fue liando cada vez más hasta que con 15 años ya me fui al norte de África", recuerda.

Ese fue el principio de cientos de viajes que lo han llevado por todos los rincones del planeta: Fontainebleau, Yosemite, escalando grandes paredes como El Capitán o el Half Dome, Buttermilks, Bishop, realizando el paso más famoso del mundo, el Midnight ligthing en California. Sólo en 2010 estuvo en Noruega, Suiza, Italia, Francia y en el Atlas marroquí. Aunque su año más loco fue en 2008, cuando hizo tres viajes importantes a la Patagonia -su favorito, "la extensión de hielo más grande del mundo, un lugar grandioso"-, al oeste americano y al Himalaya.

"Acabé arruinado, pero que me quiten lo bailado", bromea, aunque sí que es verdad que la mayoría de estas expediciones tiene que pagárselas de su bolsillo. Para el próximo año busca financiación para ir a los Alpes en enero y al Himalaya indio o al Nepal en marzo. "Hay que aprovechar la época de hielo, que es muy corta. Pero encontrar financiación es difícil. Aquí en Galicia más, que no hay mucha tradición. En Huesca, donde vivo parte del año, es otra historia. Hay clubes con más de cinco mil socios, hay muchísima afición".

Éxitos deportivos

Por el camino consiguió también importantes hitos deportivos. Tiene el récord de España de dry-tooling, una modalidad que combina escalada en hielo y rocas, y fue el segundo español en alcanzar el nivel M10. También es docente de la EGAM (Escola Galega de Alta Montaña) y la EEAM (Escuela Española de Alta Montaña), con la que ha participado en programas de cooperación internacional. Para esto, realiza una trabajo muy serio a nivel físico. "Es importante. Por un lado hay que hacer ejercicio aeróbico y cardiovascular, por el otro conseguir mucha fuerza en el tren superior, sobre todo en dedos y brazos", comenta, y añade: "Pero aún más importante es la preparación psicológica. La cabeza es lo que más te limita. Hay que tener fuerza psicológica para poder hacer frente a la adversidad, el mal tiempo, el frío y el hambre que pasas".

Siempre se dice que los alpinistas están hechos de otra pasta. Corren muchos peligros en la montaña. Las tragedias de Tolo Calafat y Iñaki Ochoa, que fallecieron en el Annapurna, el mallorquín el pasado abril, el navarro en 2008, son un ejemplo. Sin embargo, no tiene miedo: "Si te gusta esto, te vas acostumbrando a pasarlo mal. Si de verdad te apasiona eres capaz de superar determinados sufrimientos porque lo que consigues a cambio lo compensa. Sí que es peligroso, pero por eso hay que planearlo todo bien e intentar minimizar los posibles riesgos. Aunque siempre hay una parte que no puedes controlar. Es como si vas en coche y te arrolla un camión". También cree que hay mucho imprudente: "Este año, por ejemplo, hubo muchas muertes en España porque nevó mucho, había mucho riesgo de aludes, se alertó a la gente, pero ellos salían igual".

Valores de los alpinistas

La masificación de la montaña es para el coruñés uno de los principales males de su deporte. Antes, entre los valores de un alpinista siempre estaba el de ayudar a un compañero en un apuros. Como se ha visto últimamente, esto ya no sucede. "Antes había más espíritu de solidaridad, era lo normal, como subía poca gente a la montaña, se movilizaban todos a la hora de un rescate", admite. "Hoy en día ha cambiado el público. Es gente con menos experiencia, que a lo mejor se va en sus vacaciones a la montaña y no sacrifica su opción de hacer cumbre por ayudar. Sé de casos de pasar decenas de personas por delante de alguien agonizando y no pararse a ayudar", critica. Para un alpinista, eso es inviable: "Tienes unos valores por encima de todo. No quiero decir que perderías tu vida por ayudar a un compañero, pero si hay un accidente, sea la hora que sea, y las condiciones que haya, coges todo y sales corriendo para ayudar a esa persona".

Esos valores hacen que reivindique el deporte en la montaña como una actividad saludable, además de una escuela de vida. "En la montaña hay actividades de todos los niveles y para cada edad. Si quieres sólo puedes dar un paseo, y si quieres, también hay cosas más extremas. Por encima, el entorno acostumbra a ser flipante. Pero además de la actividad física, que es importante, creo que es una escuela de vida", expone. "Aprendes a aceptar el sufrimiento y a apretar los dientes para tirar hacia adelante, una lección que te puede ayudar mucho en la vida. Te aporta mucho a nivel educativo y formativo y te fuerza a madurar antes. Yo con 15 años ya me fui solo a Marruecos y tuve que empezar a tomar mis propias decisiones. Y esa es otra cosa, que te obliga a viajar, aunque sea sólo a Asturias, y eso te enriquece mucho y te da un montón de vivencias", concluye.