Víctor Castro continúa superándose. No existen límites para él. Trabaja, se prepara mentalmente y es capaz de dejar a un lado los nervios para dar lo mejor de sí. Esas fueron las pautas del coruñés en su debut en el Mundial de halterofilia que se celebra en Almaty (Kazajistán), y por ello consiguió hacerse un hueco entre los 20 mejores. Después de levantar 303 kg en el total olímpic, siete más que su marca personal, Castro asciende hasta el puesto 18 de la clasificación. "En las listas iniciales aparecía en el número 38 de todos los participantes (aproximadamente 70)", declara.

Está ilusionado y satisfecho a partes iguales. Aunque explica que no ha sido un camino sencillo. "Tuve dolores en el hombro derecho durante toda la competición", lamenta. "Menos mal que tenía al fisioterapeuta conmigo y me ayudaba a no perder calor y me lo miraba después de cada intento. Por mi parte, trabajo psicológico".

Una vez que los problemas físicos se quedaron al margen, el coruñés se tuvo que encargar de controlar los nervios. "Solo tenía en la cabeza los entrenamientos que había hecho y el disfrutar cada intento como si fuera el último. Quieras o no, no vas a volver a estar ahí así que disfruté un montón", comenta.

De este modo, Víctor Castro entró en acción en la prueba de -69kg y levantó 140 kg en arrancada y 163 en dos tiempos. Un total de 303 kg que le impulsa a ser 18º en la general. Y eso que se quedó a dos kilos de lograr el récord nacional en arrancada. "Estoy muy contento. Tuve muy buenas sensaciones, sabíamos todo lo que habíamos entrenado para esto. Debutar en un Mundial absoluto con seis válidos y una mejora de 7 kg es muy bueno", analiza orgulloso.

Al lograr meterse entre los 25 mejores, la actuación del coruñés puntuará para que España pelee por conquistar algún billete para los Juegos Olímpicos de Río 2016. "Al final del campeonato sabremos si vamos en buen camino para conseguir plazas para los Juegos, pero yo he dado un paso importante".

Castro regresará hoy a A Coruña y su plan no es otro que volver a entrenar y prepararse para el Campeonato de Europa sub 23 que se celebrará dentro de dos semanas en Chipre. "Ahora ya poco se puede hacer. Aprovechar las buenas sensaciones del Mundial para ir con más confianza y a por todas. El entrenamiento de todo el año lo llevo encima", expone el coruñés, que ya sueña con la medalla.