El Chelsea de Antonio Conte defiende el título conquistado la temporada pasada ante el acoso del resto de grandes de Inglaterra: Manchester United, Arsenal, Manchester City, Liverpool y Tottenham, en la que se presume será la Premier League más abierta de los últimos años. Los pudientes equipos de la liga inglesa, apoyados en su jugoso contrato de derechos de televisión, han vuelto a acudir en masa al mercado de fichajes y han superado con creces la sonada cifra de 1.000 millones de libras invertidos en futbolistas.