Maristas no pudo cerrar la fase de ascenso de la que ha sido anfitrión durante todo el fin de semana con la gloria. En el último cuarto del último cuarto se esfumó el sueño de la Liga Femenina 2, pero el técnico coruñés Rubén Vázquez estaba contento con la actuación de sus chicas al final del choque: "Ellas están mal ahora porque acabamos de perder y estaba cerca pero yo estoy contento con lo que han hecho y muy orgulloso de ellas. No puedo reprocharles nada de nada".

Enfrente estaba el Megacalzado Ardoi que es "un gran equipo. Nosotros teníamos un plan de partido muy bueno y defendimos muy bien a su mejor jugadora, la diez , Cecilia Liñeira que ya ha jugado en la élite, (tres temporadas en la Liga Femenina y siete en Liga Femenina 2). El parcial del tercer cuarto en el que le dieron la vuelta al marcador en dos o tres minutos quizá fue una de las claves de la derrota", explicó Rubén.

Futuro

"Mi idea es seguir. La experiencia con Antonio Pérez en Logroño de segundo entrenador estuvo muy bien, pero fue una experiencia nada más. Yo soy de Maristas", reconoció Vázquez, quien espera poder seguir en el banquillo del equipo coruñés la próxima temporada para intentar de nuevo el ascenso".