La halterofilia saca músculo como la gran triunfadora de la primera edición de la I Gala do Deporte da Coruña e a súa Comarca que, impulsada por LA OPINIÓN y el Concello, se estrenó ayer en el Teatro Rosalía. Cuatro de los ocho premios otorgados por el jurado recayeron en este deporte que tiene en la ciudad a algunos de los mejores especialistas nacionales, e incluso internacionales, del momento. Dos de ellas son las Irenes, Martínez y Blanco, que se llevaron los reconocimientos a mejor deportista y promesa femeninas respectivamente. Ninguna de las dos pudo asistir ya que se encuentran en una de las fases decisivas de la temporada, con los Juegos del Mediterráneo y el Campeonato de Europa sub 17 a la vista, donde volverán a ser candidatas a medalla, lo que no les permite abandonar sus entrenamientos en Madrid. Dejaron sus mensajes de agradecimiento a través de sendos vídeos. Los que sí subieron al escenario fueron Víctor Castro para recoger el galardón del CH Coruña a mejor equipo y Ferenc Szabo, el de mejor entrenador.

En categoría masculina, el piragüista oleirense José Manuel Sánchez se impuso a los campeones del mundo de hockey sobre patines Ignacio Alabart y Eduard Lamas; y al de balonmano Rubén Río. Tremendo nivel y casi imposible de escoger. Finalmente pesó la larga trayectoria del canoísta, que en 2017 fue campeón de Europa y bronce mundial de maratón y vencedor del prestigioso Descenso del Sella junto a su compañero Tono Campos. Altísima también era la competencia entre los promesas, donde triunfó el nadador Jacobo Garrido por sus innumerables medallas en la categoría de adaptada, donde apunta al oro en los próximos Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, pero también por su ejemplo de normalidad e integración tras ser el único nadador con discapacidad física en clasificarse para los Campeonatos de España de natación convencional. Un empeño en hacer desaparecer del diccionario la palabra imposible.

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I Gala do Deporte da Coruña e a súa Comarca

Completaron la lista de premiados Zeltia García, mejor jueza por su ascenso meteórico en el panel internacional de gimnasia artística, y el Trofeo Miguelito de judo, una institución del deporte coruñés de impecable organización, ya que pasan miles de niños y padres en una sola jornada, y con carácter formativo, promocional y de exhibición, al que fue a parar el galardón a mejor competición.

Pese a los premios, no hubo ni vencedores ni vencidos. El deporte coruñés fue el único ganador. Esta Gala do Deporte da Coruña e a súa Comarca es un homenaje a todos y cada uno de aquellos que en la ciudad y su área de influencia ponen su esfuerzo y su dedicación, muchas veces de forma desinteresada, cada día del año. Y es una apuesta por la visibilidad de todo este trabajo y sus consecuentes resultados. Por eso los premios nacen con afán de continuidad. El abanico de candidatos para futuras ediciones ya es amplio y variado. Un excelente estado de salud del deporte coruñés al que LA OPINIÓN pretende dar respaldo y apoyo también en el día a día. Por muchos años.