Un gol de José María Giménez salvó el debut de Uruguay frente a Egipto en el Mundial de Rusia, partido en el que un testarazo del central del Atlético compensó la falta de puntería de la selección sudamericana frente a un rival que jugó sin su máxima estrella, Mohamed Salah.

Corría el minuto 89 cuando Uruguay botó un córner y Giménez se elevó majestuoso por encima de compañeros y rivales para cabecear con mucha autoridad a la red. Dos días después de renovar con el Atlético para las próximas cinco temporadas, el zaguero se regalaba la segunda alegría de una semana que difícilmente olvidará como jugador profesional.

El tanto hizo justicia a una selección uruguaya que, sin jugar un gran partido, sí que hizo méritos para resolver antes su debut en Ekaterimburgo y no tener que celebrar con tanta efusividad el gol de Giménez, que evitó un problema importante en esta fase de grupos. No tuvieron su mejor día ni Luis Suárez ni Edinson Cavani, que forman la dupla goleadora más prolífica del Mundial esta temporada.

El delantero del Barcelona llegó a disponer de tres ocasiones muy claras para estrenarse en su primer partido mundialista desde el célebre mordisco que le propinó Giorgio Chiellini, hace cuatro años en Brasil, pero le pudo ansiedad y marró todas. La más clara en la primera parte, cuando falló a bocajarro en un córner, y otras dos en la segunda, ambas abortadas en el último suspiro por Elshenawy, que fue elegido mejor jugador del partido por la FIFA.